Ni los jefes de las bandas, ni sus sicarios, se tocan el corazón para aplicar castigos a quienes no cumplen las órdenes.
Atraídos por las narcoseries, donde presentan a los narcos como hombres atractivos, poderosos, ricos y generosos con sus mujeres y sus «empleados», miles de hombres y mujeres de todas las edades a diario se incorporan a las filas del crimen organizado, seguros de que el dinero les lloverá del cielo y podrán salirse de las bandas cuando así lo quieran.
Nada más falso, quien entra a esa vida sobrevive mientras cumpla con sus patrones, de lo contrario su único fin es la muerta antes de pasar por torturas inenarrables, como le sucedió a dos mujeres en Huimanguillo, Tabasco, quienes se dedican al «halconeo» (dar aviso a sus jefes de todo movimiento en su ciudad, pueblo, comunidad), y que por no reportarse les dieron de azotes.
De acuerdo a información difundida en redes sociales, junto con dos videos, sicarios de Andrés Rodríguez Vasconcelos alias El Kalimba, conocido ampliamente en el estado de Tabasco como líder huachicolero, azotaron a estas dos mujeres porque no avisaron a tiempo sobre un operativo que realizaron en Huimanguillo, Tabasco.
De nada sirvieron los ruegos, gritos y llanto de las mujeres, los hombres traían la orden de darles un buen escarmiento por no cumplir con la orden de estar atentas a lo que suceda en la zona asignada, y no avisar a sus jefes.
Una de ellas fue azotada por un hombre, con un fuete en toda la parte de la espalda y las piernas, mientras que a la otra la golpearon entre dos hombres en la espalda y las nalgas , también con fuetes y posteriormente uno de ellos sacó una tabla de su camioneta y arremetió contra la mujer dándole de tablazos en las nalgas.
Ojalá los jóvenes, hombres y mujeres, entiendan que las narcoseries han sido romantizadas por los productores, únicos beneficiarios de este negocio, y que la vida real en las filas del narco no es tan excitante, ni tan exitosa como les quieren hacer creer.
Fotos y videos: Especial
