Columnas

Eramos muchos y, zaz, parió la abuela (INE); dos parásitos (partidos) más que mantener

Por Jesús Sánchez Ramírez

No cabe duda que al perro más flaco se le cargan más las pulgas. Y, me cai, que «sícierto». Y si usted lo duda, aténgase nada más a lo que está por dictaminar en breve el INE sobre la validación de dos «nuevas» fuerzas políticas.

Una de ellas será de la nunca bien ponderada Márgara Zavala, a quien en pasada aventura le cayeron en la movida y multaron con varios miles de pesos por revivir muertos para llevarlos a votar a favor de su causa.
Como si no fuera suficiente mantener a los parásitos que tenemos ya en ambos recintos camerales.
A propósito, ¿sabe usted a cuánto asciende las prerrogativas para los partidos políticos los dos últimos años?

Pues el «monto de financiamiento público para el año 2019 fue de $4,728,699,868 (cuatro mil setecientos veintiocho millones seiscientos noventa y nueve mil ochocientos sesenta y ocho pesos M.N.)».

Para este año alcanzó la friolera cantidad de cinco mil 239 millones, mil 651 pesos. Hago énfasis en este último bienio porque viene de una jornada electoral presidencial, y es la antesala para el proceso de 2021, que será la madre de todas las jornadas electorales.

Con este marco referencial ¿es válido autorizar «nuevas» corrientes políticas que, incluso, antes de ser reconocidas ya fueron amonestadas por irregularidades antes de su confirmación?

Yo creo que no. Máxime en estos tiempos de pandemia en que urge austeridad republicana y que uno de los dos propietarios de tal franquicia política está en el ojo del huracán no sólo nacional sino internacional por haber encabezado un narco-Estado durante su fallida administración. ¿Qué están pensando en el INE?

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