El comentario lo hizo a título personal, en su cuenta personal de Twitter.
Sin duda el poder les adelgazó la piel, a los que antes no escatimaban en insultos contra hombres, mujeres, jóvenes y hasta niños, integrantes de las familias de los Presidentes en turno, quienes nunca respondieron a las agresiones, pero hoy al primer comentario que se les hace en sus redes sociales piden la suspensión de cuentas del o la «atrevida», y usan todo su poder para que los echen del trabajo.
Esto acaba de suceder a Rodrigo Perezalonso, quien hasta este martes se desempeñaba como académico de la Universidad Iberoamerica (IBERO) Ciudad de México, quien, a título personal y en su cuenta personal de Twitter, hizo un comentario desafortunado a la senadora de MORENA, Citlali Hernández, motivo por el cual hoy fue despedido.
A continuación reproducimos íntegro el comunicado de la IBERO:
«La Universidad Iberoamericana toma acciones contundentes contra la violencia de género∙
El Profesor Rodrigo Perezalonso ha sido separado de su cargo.
La Ibero reitera su compromiso para prevenir y erradicar la violencia de género.
A la comunidad universitaria, al público en general: Ayer, Rodrigo Perezalonso (@rperezalonso), profesor en la Ibero, publicó en redes sociales un comentario ofensivo y denigrante sobre la Senadora Citlalli Hernández.
En cuanto tuvimos conocimiento, a través de la misma red social, dejamos claro que ese tipo de actitudes y comportamientos son contrarios a los valores de nuestra universidad; valores por los que trabajamos constantemente para infundir en nuestro alumnado, planta docente y administrativa.
En el mismo mensaje, nos dirigimos a la Senadora para asegurarle que las palabras de Rodrigo Perezalonso no representan a la Ibero, y que haríamos lo necesario para evitar que se repitan.
Tras una profunda deliberación entre representantes de distintos sectores de nuestra universidad, incluido el departamento de Derecho, la Universidad Iberoamericana informa que Rodrigo Perezalonso ha sido separado de su cargo como profesor en todas sus asignaturas.
Este 17 de septiembre, la Ibero dio a conocer que continúa fortaleciendo sus acciones en contra de la violencia de género al interior de la universidad, a través de una jornada permanente de sensibilización para propiciar cambios profundos en el modo de proceder.
El lamentable incidente de ayer ratifica la necesidad de avanzar con mayor fuerza sobre nuestro propósito de transformar nuestra comunidad, prevenir y erradicar la violencia de género.
Los distintos departamentos académicos de nuestra universidad ya trabajan decididamente y con compromiso institucional para observar y amplificar a su interior todas las acciones de la universidad, así como para continuar emprendiendo esfuerzos propios en materia de género.
La Universidad Iberoamericana está comprometida con el combate y la erradicación de la violencia de género en todas sus formas, y actúa firmemente para transformar su comunidad en este sentido. Reiteramos que las instancias institucionales para sensibilización permanente y recepción de quejas formales sobre violencia de género dentro de la universidad siguen trabajando durante este periodo de educación a distancia». Hasta aquí el comunicado.
De repente recordaron sus valores
Al parecer, la IBERO y los distintos sectores de la universidad, incluido el departamento de Derecho, acaban de recordar sus valores pues cuando el entonces candidato a la Presidencia, Enrique Peña Nieto estuvo en su campus fue acosado y perseguido por un grupo de alumnos, no hicieron nada ni le recordaron a sus estudiantes que entre sus valores está el respeto hacia todos, simpaticen o no con las personas. Ni una sanción o expulsión de los porritos.
Tampoco han recordado ni hecho recordar a sus alumnos, sus valores, cuando otros políticos de partidos de oposición (PAN, PRI, PRD) se han presentado en su campus y los han echado. Como que los jesuitas no usan la misma vara y ahora se suman a los defensores de un Gobierno delicado, rencoroso y que por todos los medios busca callar las voces críticas, se han convertido en cómplices.
Algunos sí tenemos memoria.
