Me tiene como rehén porque no he querido colaborar para que obtengan la información que ellos quieren sin importar que no sea verdad.
Las sucias maniobras que el gobierno de la Cuarta Transformación realiza para cobrar viejas «afrentas» o mantener a la opinión pública entretenida, ponen de manifiesto que no tienen ni una prueba de la tan manida corrupción de la que tanto han acusado a la pasada administración, por lo que buscan que los pocos detenidos se conviertan en soplones a cambio de su libertad.
El show montado con Emilio Lozoya no dio los frutos que este gobierno esperaba, pues no bastaron las mentiras, se necesitaban pruebas de la presunta corrupción del Gobierno de Enrique Peña Nieto, lo que hasta el momento el exdirector de Pemex no ha podido aportar simple y sencillamente porque no las hay, pese a que dio un rosario de nombres no solo de exsecretarios sino hasta del mismo exPresidente, pero su palabra no bastó y el montaje se desinfló, algo de lo que millones de mexicanos han sido testigos.
Ahora es Rosario Robles Berlanga, la ex titular de Sedesol y Sedatu, encarcelada por su presunta participación en algo que la pseudoizquierda etiquetó como la «Estafa Maestra» y de la que tampoco han presentado, quien denuncia a través de una carta, que como no ha querido colaborar (acusar falsamente a exfuncionarios del sexenio pasado) su proceso está estancado y ella ya cumplió un año tras las rejas.
«La prueba más contundente es la confesión pública del propio Fiscal General, de que prácticamente me tiene como rehén ‘porque no he querido colaborar’ para que obtengan la información que ellos quieren (sin importa que no sea verdad) y completar así el guion que han fabricado y que nada tiene que ver con la justicia.
Tengo información confiable (de fuentes al interior de la FGR, particularmente del área de servidores públicos) que se han reunido con excolaboradores ofreciendo impunidad a cambio de que declaren lo que ellos necesitan. También sé que lo que pretenden para que yo obtenga mi libertad (como en otros casos) es señalando como responsables a excolegas míos, de mayor jerarquía en el gabinete del sexenio pasado, con el objetivo de dirigir hacia ahí sus baterías.
Su teoría, sus hipótesis nada tienen que ver con la verdad, Yo no mentiré para obtener mi libertad. No quiero salir por la puerta de atrás. Seguiré luchando por los cauces legales, porque soy inocente, porque confío que alguien en el sistema judicial tendrá la valentía de aplicar la ley, porque creo en un sistema de justicia que tiene un enfoque garantista, defensor de los derechos humanos, y porque espero una respuesta positiva de los organismos internacionales, a los que también he recurrido.
No quiero que se abran estas pesadas puertas con la mentira y la falsa declaración disfrazada de testigo colaborador. Aspiro a que sea con la verdad y demostrando mi inocencia, lo que seguramente se logrará si prevalece el estado de derecho y se aplica la ley. Nada se gana utilizando la justicia, este preciado bien, para vendetas».
Cabe señalar que en una participación en un programa de opinión en Televisa, Gibrán Ramírez, uno de los fieles servidores de la 4T, fue cuestionado sobre la dilación en el proceso contra Rosario Robles, contestó que sigue en la cárcel «porque no ha querido cooperar».
Así la carta de una mujer, una exfuncionaria que, confiando en la justicia por la que dicen los de izquierda, siempre han luchado, hace un año se presentó a un requerimiento de las autoridades y perdió la libertad. Ha sido un año de que Rosario Robles a interpuesto varios amparos, ha impugnado las resoluciones y hasta el momento no ha obtenido la justicia que a otros, sin merecerla, este gobierno se la ha otorgado sin miramientos solo porque se convirtieron en soplones o cómplices.
Foto de portada: Archivo
Fotos interiores: Especial
