Columnas

CDMX AL LÍMITE POR COVID-19

COPIADURA

Por Galio Guerra

Mal, y cada vez peor, la situación sanitaria en la Ciudad de México. Llevamos ya varias semanas en semáforo naranja con alerta y ni así entendemos.

La insensibilidad de la gente ha rendido frutos; sí, por desgracia, estamos a punto de regresar a rojo dado el aumento en cuanto a los números de contagios y hospitalizaciones.

La mañana de este viernes 27 de noviembre la jefa de
gobierno de la CDMX anunció que la seguimos en naranja, pero ahora con la advertencia de «al límite» o sea, a punto de retornar al rojo.

Y mire usted por qué.
Háganme el favor nada más de checar los siguientes datos: las hospitalizaciones se han incrementado con un margen de 207 camas ocupadas en una semana y con un porcentaje de 52% de hospitalización.
Aunque el programa de código QR en establecimientos ha tenido éxito, hay muchas personas renuentes a utilizarlo aduciendo una presunta violación a su privacidad.

Esto, pese a que hasta ahora se han descubierto 440 casos por este programa y se han alertado a 16,782 personas que estuvieron en lugares con estas personas, según informó la maestra Sheinbaum.
Por ello es que, por desgracia, se ha anunciado que todos los establecimientos con actividades no esenciales cerrarán a las siete de la noche y los restaurantes a las diez.

De la misma manera siguen cerrados los bares que se habían reconvertido en restaurantes, las oficinas y corporativos, escuelas y guarderías.

Se mantiene la veda para conciertos y lugares de eventos masivos.
Aquí es donde yo me pregunto ¿qué pinche necesidad teníamos de llegar a esto?
Recordemos que vivimos en una megalópolis donde las medidas sanitarias se tienen que replicar en al menos seis entidades.

El centro del país es un punto neurálgico a nivel mundial.
Ya ven la recomendación del gobierno de Estados Unidos a sus ciudadanos de no visitar México y el estudio de Bloomberg donde señala que somos la peor nación para pasar la pandemia.

Pero mientras sigan culpando al pasado y haya estúpidos como Fernández Noroña, yo creo que nos va a llevar la fregada, y todo por culpa de una administración que nomás no acaba de arrancar.
Como dice un buen amigo «no seas terco, ponte el cubrebocas».

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