Con una larga y sonora ovación, académicos, investigadores, familiares, colegas, alumnos y público en general recibieron al historiador y antropólogo Miguel León-Portilla en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón, lugar donde la Universidad Nacional Autónoma de México le rindió un homenaje con motivo de su cumpleaños 90, el cual celebra este día (22 de febrero).
Un sonriente Miguel León-Portilla, autor de La visión de los vencidos, señaló que este día seguramente sería inolvidable, agradeció a los asistentes, a su familia: esposa, hija y nietos, les expresó su amor y se describió como un hombre con una vida muy feliz.
“En general, he gozado de buena salud, quitando la neumonía que casi me hace colgar los tenis y me tuvo internado en el hospital. Agradezco a quienes han sido mis alumnos y mis colegas. He tenido muchas cosas que hacer en la vida. Fui director del Instituto Indigenista Interamericano, recorrí casi todo el continente, visité a varios jefes de Estado y tuve experiencias en la selva amazónica; mi vida ha sido una serie de novedades”, compartió el historiador con 28 doctorados Honoris Causa en el mundo.
Acompañado por el rector de la UNAM, Enrique Graue; la directora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de la Secretaría de Cultura, María Teresa Franco; Jaime Labastida, director de la Academia Mexicana de la Lengua; Andrés Lira, director de la Academia Mexicana de Historia, y de la titular del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, Ana Carolina Ibarra, así como de exrectores de la máxima casa de estudios, Miguel León Portilla agradeció a la UNAM ser el lugar donde ha tenido parte sustancial en su formación intelectual.
“En ella tuve maestros excepcionales, como el padre Ángel María Garibay, Agustino Fernández, Juan Fernández Luna, Manuel Gamio y Eduardo Noguera”, recordó.
María Teresa Franco comentó que una característica en el temperamento de Miguel León-Portilla fue su sed de conocimiento y el “ingobernable” deseo de entender y dar a entender el júbilo de una inteligencia profunda, llena de humor y siempre abierta a nuevos proyectos y realizaciones.
“Cada vez que se reeditan sus libros en los que muchos de nosotros nos formamos o se disfruta su catedra nos atamos a su inconfundible voz: la narrativa certera, la oralidad que le viene de su amor por la narrativa de los otros, de quienes lo hacen ser nosotros y el amor a lo que se llama patrimonio intangible, patrimonio inmaterial”, expresó la funcionaria.
En tanto, el poeta Jaime Labastida se refirió al decano de la Academia Mexicana de la Lengua, institución a la que ingresó a la edad de 35 años, como un profesional que ha realizado aportaciones de primer nivel en el ramo de la historia y de quien destacó ser el intelectual mexicano más reconocido en el mundo entero, y sostener desde hace más de 50 años el Seminario de Cultura Náhuatl.
“León-Portilla ha puesto sobre nuestros ojos un continente cultural, lo mismo que hicieron antes arqueólogos de la dimensión de Miguel Gamio lo realiza Miguel León-Portilla en el terreno de la arqueología textual. Es por lo tanto un arqueólogo del pensamiento y la palabra”, apuntó.
El rector Enrique Graue nombró al miembro de El Colegio Nacional como uno de los íconos universitarios más conocidos y reconocidos. “Usted le ha dado vida a nuestro lema universitario. A la universidad el reconocimiento internacional, por ello le agradecemos ser quien es, le apreciamos su sencillez y genuina alegría, su generosidad con el saber y en mi caso su sincera amistad”.
Humanista multifacético
Tras la interpretación de Las mañanitas por una banda sinfónica, al tiempo que se proyectaban imágenes en las que se veía al antropólogo en sus años de infancia, adolescencia, juventud y madurez, le siguieron dos mesas de análisis en la que académicos abordaron los distintos perfiles de Miguel León-Portilla, como el del nahuatlato, filósofo, arqueólogo, historiador, humanista, escritor, maestro y editor.
El también miembro de El Colegio Nacional, Eduardo Matos Moctezuma señaló que los mayores aportes de Miguel León-Portilla han sido: dar la palabra a quienes le había sido arrebatada, darle forma a las voces negadas por medio de la palabra escrita.
“Reivindicaste la visión del mundo indígena y su manera de percibir el universo, nos diste la flor y el canto antiguo cuando rescataste a los poetas del mundo náhuatl, has legado pasajes de la antigua palabra”, dijo.
Agregó que su contribución al conocimiento de México de ayer y de hoy ha sido plural, relevante, profundo y trascendente. “Tienes la faceta de hombre íntegro que enseña no sólo en las aulas, también con el ejemplo. Son 90 años de aprendizaje, enseñanza, investigación, entrega y trascendencia que han llenado con empeño y sabiduría el quehacer de un humanista comprometido con la ciencia, con la verdad y el hombre”, apuntó.