Se ofreció al público capitalino una mezcla de cumbia, salsa, rock, reggae, con distintos ritmos electrónicos y afroantillanos
La trigésima segunda edición del Festival del Centro Histórico cerró este domingo con una fiesta musical que convirtió a la explanada del Monumento a la Revolución en una gigantesca pista de baile.
Con el “Encuentro de Sonideros de la CDMX” se puso fin a 17 días de actividades artísticas y culturales en la capital del país.
Se ofreció al público capitalino una mezcla de cumbia, salsa, rock, reggae, con distintos ritmos electrónicos y afroantillanos, entre otros.
Los artistas, que fueron seleccionados por el músico del proyecto Instituto Mexicano del Sonido (IMS), Camilo Lara, como representantes de la temática Sonideros Urbanos, pusieron a bailar a los asistentes que disfrutaron de forma gratuita y al aire libre uno de los espacios públicos ideales para el goce musical que oferta la CDMX.