Un gran show en una noche llena de nostalgia, amor, fiesta y música, regaló Paté de Fuá al público que agotó el cupo del Teatro de la Ciudad “Esperanza Iris” para ser parte de la presentación en vivo de Película muda segunda parte, la más reciente producción de estudio de la agrupación, que enmarca la primera década de la agrupación sobre los escenarios.
El combo musical integrado por Yayo González (voz y guitarra), Guillermo Perata (composición, corneta y banjo), Alexis Ruiz (vibráfono y marimba), Luri Molina (contrabajo y bajo eléctrico), Dan Mazor (saxofón), Demián Cantilo (batería) y Roberto Verástegui (teclados, acordeón y melódica) hizo vibrar por más de dos horas al recinto de Donceles que, a pesar del diluvio que azotó la ciudad, no dio cupo a un clavo más dentro del show.
«Estamos presentando nuestro nuevo disco, y queremos felicitarlos por estar aquí a pesar de la lluvia. Son unos guerreros. Bienvenidos», dijo González, abriendo gala ante el micrófono y la luz azul neón del escenario, al tiempo que soltó en su guitarra los primeros acordes de «Llegó tu amor», ante el alboroto del público.
Sin descanso, apenas tomando un respiro, el frontman anunció a su gente: «Vamos a hacer el corte de difusión, que hicimos a dueto con el ícono de los años 80, Lucía Galán, de los Pimpinela», dando pie a “Nosotros dos”, el segundo tema de la noche.
Hilarante ante el micrófono y preciso tras las seis cuerdas, Yayo fungió como maestro de ceremonias de la celebración. «Qué gusto nos da tocar nuevamente en el Teatro de la Ciudad. Vamos a tocar todo lo que sea necesario. Esta es una de las antigüitas, de nuestro primer disco hace 10 años; es ‘Supermercado’», dijo como si retara al público a soltar un alarido cada vez más fuerte.
La luz verde en el escenario abrazó a la banda junto con la ovación del público. Haciendo un llamado a la diversidad sexual, a los amantes, soltando «Yo he pecado», desatando las palmas del público al ritmo de la melodía.
«El año pasado nos invitaron a musicalizar una película gay. Y lo hicimos con gusto», —comentaron dando pie a los acordes de “Cuatro lunas»—. Siguieron el mismo hilo conductor, aderezado con su característico humor y sarcasmo, «Borracho» y «¿Adónde vas?» temas que envolvieron cada rincón del Teatro.
«¿Cómo se la están pasando?, ¡nosotros de diez!» dijo González bajo la luz roja, con la luna impregnada en la pantalla de fondo y al ritmo de los primeros acordes de «Llévame un beso». «Boquita pintada» desató las palmas y la euforia del recinto, que incluso de pie, acompañó a los también nominados al Grammy Latino con las palmas de principio a fin.
El humor fino del vocalista salpicó al recinto de Donceles para dar paso a la nostalgia de «Falso olvido», grabada en el disco junto a Armando Manzanero. Fundidos en un fraternal y emotivo abrazo, Yayo y Luri Molina dieron fin a la gran pieza y anunciaron el siguiente tema. «Hace tres años estuvimos en Irlanda, y cuando volvimos, hicimos esta canción que habla del amor incondicional en cualquiera de sus formas, y se llama ‘La tempestad’».
Sin reparos, la agrupación desplegó un fino velo en tono sepia sobre los párpados de los asistentes. Con «La bicicleta» el público emprendió un viaje al pasado, a las carpas, a los domingos en el parque durante los años treinta, del cabaret, junto con los acordes del piano, la trompeta y una rueda de bicicleta dando sonoridad a la melodía.
Ya con el público en los bolsillos y las emociones desbordándose en cada miembro de la audiencia, remataron una velada intensa las piezas “Soñador”, “Película muda” —incluyendo una emotiva petición de matrimonio por parte de unos enamorados que hicieron suyo el escenario— y “Nos vamos a morir”.
Con ovación de pie y un alarido que los hizo volver a escena, Paté de Fuá trepó nuevamente junto a su gente la montaña de emociones con “Princesita”, “Muñeca”, “Celoso y desubicado” para dar cierre definitivo con “Queridos amigos”, tema con el cual concluye su más reciente material.