Internacional

Presenta Unesco informe acerca del estado de la educación en el mundo

De acuerdo con el reporte, México logrará la cobertura universal de educación primaria para el año 2035, de la secundaria en el 2060 y de la preparatoria hasta el 2100.

El financiamiento para la educación a nivel mundial ha disminuido más del 7% en los últimos años, por ello es necesario invertir seis veces más de lo que se invierte actualmente, ya que de mantenerse las tendencias actuales en América Latina y el Caribe, la región tendrá un retraso de 65 años respecto al límite marcado para el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible en el 2030, señala el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2016 de la UNESCO.

Las proyecciones del informe titulado “La educación al servicio de los pueblos y el planeta: creación de futuros sostenibles para todos”, que se presentó la tarde de ayer viernes en nuestro país, indican que México logrará la cobertura de educación primaria universal en el 2035, mientras que la universalización de la secundaria se alcanzará hasta el 2060 y de la preparatoria hasta el 2100.

Al respecto del informe, Nuria Sanz, directora y representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en México, dijo que entre los aspectos que se analizaron están las relaciones entre, por ejemplo, la educación y la erradicación de la pobreza o para adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.

Hizo hincapié en el financiamiento para la educación, en vista de que la inversión actual a nivel mundial es inferior a la que se realizó en el 2009. Además, señaló que los sistemas educativos deben proteger y respetar las culturas minoritarias y sus lenguas, en especial porque el 40% de la población mundial recibe enseñanza en una lengua que no entiende. En México, al inicio del ciclo escolar 2013-2014 en educación básica asistieron aproximadamente 121 000 alumnos hablantes de lengua indígena que no entendían el idioma español.

“Ahora lo que tenemos que hacer es medir mejor algunos indicadores que se presentan en el informe, como pueden ser cómo la educación afecta el desarrollo, cómo incrementa el número de profesionales especializados en todos los sectores, y cómo cambia actitudes y comportamientos, pero también medir otros aspectos como los contenidos educativos o la formación de profesores, esto para poder guiar mejor a los países”.

Invertir en educación

Otto Granados Roldán, subsecretario de Planeación y Evaluación de Políticas Educativas de la Secretaria de Educación Pública, realizó un análisis de algunos de los aspectos que se presentan en el informe y mencionó que si bien México está comprometido en alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible, “en el país enfrentamos nuevos retos que van más allá de la cobertura universal de la escolarización, y un aspecto a abordar con mayor profundidad es lo que sucede con un individuo cuando los habitantes de un país alcanzan mayores niveles de escolaridad, y por ende este debe cursar más años para poder insertarse en el mundo laboral o alcanzar los mismos salarios de la generación anterior, la cual tenía menor grado académico”.

También se refirió a que no se tienen mediciones del tiempo en el que un graduado encuentra empleo, y no se sabe cuál es su salario o si su trabajo está relacionado con sus estudios. En cuanto al financiamiento, Granados Roldán dijo que el informe recuerda que el marco de acción para el financiamiento de la educación debe ser del 4% al 6% del producto interno bruto (PIB), y del 15% al 20% del gasto público.

“En este sentido, en el 2016 el gasto total nacional en México para la educación es del 6.5% del PIB y el gasto público total del 17%, pero debemos considerar si es suficiente aumentar el financiamiento o si en cambio se debe invertir mejor, por ejemplo, en capacitación tecnológica o nuevos recursos didácticos para lograr que la educación sea de calidad”.

Educación y equidad de género

José Mustre de León, director general del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, se refirió a la meta de equidad del objetivo de desarrollo sostenible número cuatro (que se enfoca en la educación), y entre las cifras que dio destaca que en la actualidad en la institución educativa que encabeza, las mujeres representan el 43% de los estudiantes de maestría y el 42% de doctorado.

“Y aunque nos estamos acercando a la equidad de género, quedan tareas pendientes, en especial en áreas como la física y la física aplicada en donde las mujeres graduadas de maestría son el 13% y el 15% de doctorado”.

En su participación, Víctor Gerardo Carreón, director de Planeación y Evaluación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, indicó que en promedio los programas apoyados por el Conacyt están integrados en un 60% por hombres y 40% por mujeres.

Además, destacó que se han puesto en marcha cursos de verano para niños y niñas en institutos de investigación, como es el caso del Inecol, en los cuales se les da sesiones propedéuticas y luego se les permite utilizar los equipos, “esto nos ayudará a revertir la brecha de género, ya que en estos cursos se promueve el interés, tanto en niñas como en niños, para estudiar matemáticas o ciencias”.

La presentación del informe se llevó a cabo en la sede de la UNESCO en México y también contó con la participación de Patricia Vázquez del Mercado, de la Secretaría de Educación Pública de Puebla.

Hacia los objetivos de desarrollo sostenible

En el período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que se llevó a cabo en septiembre de 2015, los estados miembros adoptaron una nueva agenda del desarrollo mundial que incluye 17 objetivos de desarrollo sostenible, los cuales establecen las prioridades en materia de desarrollo para 2030 y que sustituyeron a los objetivos de desarrollo del milenio y a los objetivos de la educación para todos, cuyos plazos se cumplieron en 2015, año en el que se presentó el último de quince informes de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo.

El Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2016 –con el que se inicia la nueva serie de quince números que se presentarán anualmente hasta que se cumpla el plazo de los objetivos de desarrollo sostenible en el 2030– está conformado por 24 capítulos y se divide en dos partes: la primera se organiza en siete ejes temáticos, entre los que se encuentran el planeta, la paz y la prosperidad. Mientras que la segunda parte aborda las diez metas del objetivo de desarrollo sostenible número cuatro, el cual se refiere a “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”.

Arriba