El grano contiene moléculas antioxidantes y antiinflamatorias
El consumo de café puede prevenir las enfermedades hepáticas como la cirrosis, una de las enfermedades más frecuentes y graves en varios países incluyendo México, de acuerdo con investigaciones a cargo de Pablo Muriel de la Torre, investigador del Departamento de Farmacología del Cinvestav.
El investigador mencionó que desde las últimas décadas del siglo pasado se ha encontrado una asociación entre el consumo de tres a seis tazas de café al día y una disminución en la presencia de daño hepático, a pesar del abuso en la ingesta de alcohol o de la presencia de virus que atacan al hígado.
Muriel de la Torre comentó que si bien se sabe de algunos beneficios del consumo de café, como sus efectos antioxidantes, su mecanismo de acción no era muy conocido, por lo que el investigador ha enfocado sus esfuerzos en estudiar aquellos que protegen al hígado. Para ello, se utilizaron varios modelos animales en los que el daño al órgano es inducido con tetracloruro de carbono o tioacetamida, los cuales producen un daño similar a la cirrosis por alcohol, y un modelo de ligadura del conducto biliar común, que asemeja a una cirrosis por obstrucción biliar (cirrosis biliar secundaria).
En estos modelos se utilizó café entero y descafeinado, también se administraron compuestos como la cafeína y el ácido nicotínico que se encuentran presentes en el café. “Usamos ratas a las que les inducimos daño hepático, posteriormente se les administró café y se encontró que éste retarda el daño al hígado”, aseguró el investigador.
En particular, el grupo de Muriel de la Torre observó que la ingesta de café disminuye la acumulación de matriz extracelular en el hígado, proteínas que están directamente relacionada con la formación de fibras de colágena que hacen que el órgano se torne duro y evita que la sangre lo penetre, lo que conduce a fibrosis, cirrosis y eventualmente cáncer hepatocelular y muerte del individuo.
El estudio mostró varios mecanismos por los cuales el café y sus componentes protegen al hígado del daño crónico, uno muy importante es mediante sus propiedades antioxidantes, previniendo el proceso de daño a las membranas celulares conocido como peroxidación lipídica, preservando los niveles del glutatión reducido que es el principal antioxidante endógeno y modulando la actividad de enzimas antioxidantes.
Asimismo se encontró que el café modula importantes factores que intervienen en los procesos inflamatorios y por lo tanto inhibe la producción de moléculas proinflamatorias. En el caso de la fibrosis hepática se demostró que este grano previene la formación de los mediadores moleculares más importantes implicados en la producción de la colágena, la principal proteína formadora de fibras en la cirrosis, y evita la activación de las células estelares, las responsables de la producción de las proteínas de matriz extracelular.
El café entero tiene más de 400 compuestos, como los polifenoles, a los que se les atribuye la capacidad de atrapar radicales libres, o el cafestol y el kahweol, sustancias con efectos anticancerígenos, por lo que el investigador consideró que es recomendable tomar el café entero y no sus componentes aislados.