La violencia contra las mujeres domina en el mundo y esto se refleja en las redes sociales, en donde un mensaje de violación o acoso puede hacerse viral sin que las empresas involucradas puedan hacer algo, acusaron especialistas.
En la mesa redonda “Violencia de género en las redes sociales”, realizada en el Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información (IIBI) de la UNAM, Gisela Pérez de Acha, María Guadalupe Huacuz Elías y Verónica Araiza Díaz pidieron a las mujeres unirse y formar redes de apoyo.
Araiza Díaz, profesora de Cibercultura Aplicada a Proyectos Interculturales de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), alertó que la violencia a través de las redes sociales es un problema real que debe dejar de ser ignorado.
Pérez de Acha, de la ONG Versus, mostró mensajes a través de Twitter donde se insta a violar o se califica de prostitutas a las chicas que se atreven a jugar un rol diferente al convencional, como las comentaristas de deportes en la televisión.
A esto se suma el hecho de que cada vez es más común encontrar casos en donde las exparejas de muchas de ellas difunden a través de las redes imágenes, haciendo un mal uso de la hoy popular práctica del sexting (sex-texting, mensajes sexuales).
Pero las denuncias han sido desestimadas, incluso por la policía cibernética que, ante la falta de preparación para resolver este tipo de asuntos, suele acusar a la víctima por “andar haciendo algo así”, y sugiere como solución cerrar las cuentas en redes sociales, subrayó la periodista, abogada y especialista en derecho de Internet.
Araiza Díaz añadió que esta violencia es un reflejo más de la desigualdad en la sociedad actual. Internet es la vida y no una realidad paralela; no obstante, aquí se desestima la violencia contra las mujeres, como se desestima en el mundo offline, cuando en ambos casos debe ser atacada.
Es menester admitir que vivimos en un mundo desigual y que la violencia contra ellas es un inconveniente complejo y urgente que debe ser reconocido como un problema común, enfatizó.
A estos casos, acotó Huacuz Elías, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Xochimilco, se suman las prácticas del ciberbullying y el stalking (que implica acoso a la mujer), pues las redes son usadas como un nuevo vehículo para una vieja práctica: la violencia tradicional hacia la mujer.
La denuncia de la violencia contra ellas ha generado una respuesta muy virulenta de una sociedad patriarcal y machista. En la vida cotidiana ocurren feminicidios producto de muchas situaciones, entre ellas como una contestación del patriarcado ante la independencia de las mujeres, remarcó.