Ciencia y tecnología

Un éxito el XXIV Curso Infantil de Verano Universum

La idea del curso de verano es iniciarlos en la ciencia de una manera lúdica y atractiva

Una gran experiencia y el deseo de seguir explorando en el mundo de las ciencias, dejó el XXIV Curso Infantil de Verano Universum-Casita de las Ciencias, organizado por el Departamento de Educación No Formal de la Casita de las Ciencias de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la Universidad Nacional Autónoma de México (DGDC-UNAM), que concluyó el pasado viernes.

El curso constó de experimentos, manualidades, demostraciones, actividades recreativas y visitas al Museo de las Ciencias Universum, y al que asistieron 325 menores.

En el teatro de Universum se llevó a cabo este viernes la ceremonia de clausura, en la que se proyectó un video sobre las actividades realizadas durante las tres semanas que duró el curso, lo que despertó los gritos de emoción de niños y adolescentes.

La clausura oficial estuvo a cargo de Elaine Reynoso Haynes, coordinadora del Diplomado de Divulgación de la Ciencia de la DGDC-UNAM, quien comentó que el curso es ya una tradición en la comunidad universitaria.

“La idea del curso de verano es iniciarlos en la ciencia de una manera lúdica y atractiva, que vean que la ciencia está en todas partes, pero también el ambiente de compañerismo y de trabajo en equipo que se genera es muy importante, sobre todo en este momento que vive el país, creo que este tipo de valores son fundamentales y es parte de la oferta educativa, cultural y recreativa que ofrece la DGDC”, comentó la doctora Reynoso.

En el curso participaron 29 instructores (seleccionados entre 85 candidatos) y 29 voluntarios, así como los coordinadores Patricia Macías, Eduardo Contreras, Jorge Morales y Serafín Pérez, éste último, comentó que el gran reto que tienen para el próximo curso de verano es “diseñar actividades nuevas, porque muchos niños regresan al curso”.

Algunos de los temas científicos del curso fueron: la explicación del ciclo del agua y la relación atmósfera-océano; la elaboración de un modelo de arrecife fósil, así como el funcionamiento del cerebro, el péndulo y la electrostática.

“El curso busca despertar el gusto por el conocimiento en general, ver la importancia de la ciencia y también su relación con el arte”, comentó Serafín Pérez.

El tema central del curso de verano correspondió a la temática anual de la Organización de las Naciones Unidas, que este 2017 es el Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo, que abarca cinco áreas clave: crecimiento económico, inclusivo y sostenido; inclusión social, empleo y reducción de la pobreza; uso eficiente de los recursos, protección ambiental y cambio climático; valores culturales, diversidad y patrimonio; y comprensión mutua, paz y seguridad.

Por ello, los niños realizaron una visita a la delegación Xochimilco, sitio turístico sustentable. “Se dieron cuenta de la importancia de mantener el ecosistema”, señaló Pérez. Durante el taller de matemáticas, el instructor Amaury López, comentó que entre los objetivos del curso está el despertar el gusto por la física, biología y astronomía, entre otras disciplinas.

Jesús Conroy, de 10 años de edad, calificó como muy interesante el curso en el que descubrió que las ciencias no son aburridas sino divertidas. Cuando sea adulto dijo que quiere ser ingeniero mecatrónico.

Una de las cosas más interesantes que aprendió Renata Escoza, también de 10 años, es por qué la gente usa lentes: “Tienes que usar lentes cuando el ojo no está completamente redondo”.

 Quienes disfrutaron mucho de los experimentos fueron los niños Gabriel Caballero y Monserrat Arredondo, quienes después del curso, esperan aprender mejor lo que les enseñen en la escuela sobre ciencias naturales y que esto se refleje en sus calificaciones.

Padres de familia coincidieron en la importancia de aprovechar las vacaciones con cursos como el de Universum.  “A mi hija Maya le gustan las ciencias y es importante para su formación académica, es el tercer año que viene”, dijo León Islas.

Adriana Espinosa, mamá de Adrián, comentó que prefiere llevarlo al curso de verano para que interactúe con otros niños al mismo tiempo que aprende sobre ciencias, a “que se quede en la casa, porque todo el día está con la tableta”.

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