DE REPORTEROS

Sigue en la UNAM el acopio en apoyo a los damnificados por el sismo

Foto: UNAM

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) mantendrá abierto, al menos hasta el próximo domingo, el centro de acopio del Estadio Olímpico Universitaria para los damnificados por el sismo, del cual este día saldrán cerca de 70 toneladas de ayuda a distintos puntos del país.

 

Se han recibido víveres no sólo en el estadio, también en las FES Cuautitlán e Iztacala, y en la Casa Universitaria del Libro.

 

Así lo afirmó el secretario de Atención a la Comunidad Universitaria, Javier de la Fuente, quien explicó que se requieren: sueros, jeringas, medicamentos, cobijas, carretillas, palas y picos, polines, alambrón y cizallas.

 

Asimismo, pidió no llevar alimentos perecederos, ropa o cobijas usadas, tampoco medicamentos caducos. Si se donan mantas y frazadas, que sean nuevas. De igual forma, indicó que por el momento ya hay suficiente agua embotellada

 

El universitario explicó que el acopio se ha mantenido ininterrumpido desde el pasado martes en la tarde y continuará así mientras siga habiendo jóvenes organizados para recibir y clasificar los alimentos, herramientas y demás materiales que se donan.

 

“Todo los materiales son almacenados en los túneles y en gradas del Estadio. Hoy se enviarán 70 toneladas y estimamos que quedarán otras 70”, especificó.

 

Entre los cientos de alumnos que ayudaban a pasar de mano en mano los artículos estuvo Melisa, alumna de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), de 20 años de edad, quien desde el miércoles ha participado en la entrega de víveres y el acopio.

 

“Vivo en la colonia Portales y mi abuelita en la colonia De Valle, y he visto que se requieren herramientas para remover los escombros, por eso es que he venido a ayudar”, comentó.

 

Con ella coincidió Lorena Sámano, estudiante de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVyZ), quien ha acudido por dos días al estadio.

 

“Es una forma de solidarizarnos con la población afectada. Yo misma tengo familiares que han sido evacuados porque sus casas están cercanas a donde hubo derrumbes. Nací en 1995 y creo que mi generación no tomaba muy en serio los simulacros. Esto nos ha hecho darnos cuenta que hay que poner atención y tomar las cosas en serio”, resaltó.

 

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