Mañana, lunes 25 de septiembre, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) oficializará ante el Instituto Nacional Electoral (INE), la renuncia al 100% del financiamiento que le correspondería para el resto de 2017, lo que equivale a 258 millones de pesos, es decir, el 25% de su financiamiento público anual. Esto, como una medida a favor de los damnificados por los sismos ocurridos los días 7 y 19 de septiembre.
Así lo dio a conocer a través de un comunicado, en el que señala que hace unos días propuso una ruta legal para que los recursos de los partidos políticos puedan llegar a las familias afectadas de manera inmediata, sin esperar a las campañas electorales de 2018. El INE, después de analizar la propuesta, concluyó que sí es posible destinar los recursos de los partidos para que de inmediato se destinen en apoyo de los damnificados.
Dijo que la ayuda se necesita hoy. «El PRI hace una respetuosa invitación a las demás fuerzas políticas para que utilicen este método, ya aprobado por la autoridad electoral. El financiamiento público es dinero del pueblo y hoy el pueblo demanda que ese dinero se destine para apoyar a la población afectada».
Agregó que, si todos los institutos políticos aportan el 25 por ciento de su financiamiento anual de 2017, lograríamos, juntos, un apoyo inmediato de casi 1000 millones de pesos para quienes lo necesitan más. «Los afectados por la tragedia no pueden esperar. México necesita unidad. No debe posponerse una decisión que debe tomarse ya».
El PRI exige a la Tesorería de la Federación y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que la entrega de esos recursos sea legal, transparente y sin vínculo partidista a través del Fideicomiso “Fuerza México”. Dicho Fideicomiso debe contar con una supervisión ciudadana.
«México nos necesita a todos. El país vive una emergencia que afecta a millones de mexicanos que lamentablemente perdieron padres, hijos, esposas, amigos y en muchos casos, todo su patrimonio. La sociedad reclama de los partidos políticos hechos, no palabras; solidaridad y no simulación».