DE REPORTEROS

Aceptación y Despedida

Cartas a Leonora

Por Claudia Arellano

Leonora: No se porque cada año que pasa a tu lado y al concluir uno la sensación es tan extraña, cuando aun no llegabas a nuestras vidas , no proyectaba mucho hacia el siguiente año, desde tu llegada sin querer siempre quería algo nuevo, y curiosamente lo material fue quedando de lado, recuerdo hace unos 15 años que anhelaba para Navidad una cámara fotográfica, era casi un imposible para mi, ahora me doy cuenta que de la vida lo material es lo mas fácil de obtener, no así las emociones o los deseos ni mucho menos a las personas. Recuerdo el primer año en fiestas decembrinas que pasaste con tu papá y conmigo, dormías muy poco por la noche, eras puntual como un reloj y casi cada tres horas a partir de la media noche te despertabas, el 24 de diciembre de 2014 tenías a penas unos días de nacida para mi era complicado casi todo pues el parto no fue fácil, tu papá era quien todas las noches te daba tu biberón pues la leche materna no te era suficiente, en aquel entonces sólo pedía de deseo de año nuevo poder dormir un poco mas, pues la nueva integrante de la familia estaba agotando el crédito de sueño. Al siguiente año comenzabas a caminar y a hablar de deseo pedía escucharte hablar, claramente, ahora que hablas y analizas tanto, pido a Dios y a la vida misma me haga inteligente para poder educarte de tal manera que conectes tu lengua a tu corazón y a tu cerebro, que cada uno funcione correctamente, que no hieras ni te permitas ser herida, los años han pasado, las circunstancias y modos de vida e incluso la gente de la cual decidimos rodearnos han modificado pensamientos e incluso conductas tanto de tu papá como mías, y así es posible pase en tu vida año con año.

Este año las uvas de los deseos van por ti, por la familia que nos ama y la que no, por los buenos tiempos que se fueron y los que vendrán, pero sobre todo por juntas reeducarnos en amor.

Hace no mucho mientras compraba un pollo rostizado en la fila escuche a una señora de edad decir: «Todos los seres humanos somos buenos y malos dentro de nosotros, pero los hijos te cambian, te hacen olvidar de parrandas, amigos, mujeres, vicios, y quien no logra cambiar sus malas conductas con un hijo, no lo hará con nada», esto lo decía con tal fuerza y a volumen tan alto que le compre su visión y así lo creo, pues a pesar de que en mi vida he sido no una buena persona para algunos y una buena para otros tantos, te digo que cada año procuro ser mejor madre para ti, mejor hija para tus abuelos, mejor hija putativa para tu abuela paterna y alguien para tu padre, quizá una buena amiga para mis amigos y también para los enemigos, pues se que sigues mis pasos, se que cada año te haz vuelto mas aguda, mas observadora y también mas «boconcita».

No hace muchos domingos veníamos de regreso del tianguis cuando sin mas ni mas nos frenaste y dijiste: «Cuando el muñequito es blanco uno puede pasar la calle si esta rojo no deben pasar», debimos hacer una parada en seco pues tu boca y tus ojos estaban sobre tus papás, así como nos frenaste a no pasar una calle porque los autos podrían pasar se que cada año observas nuevas cosas en nosotros y con ello el cambio y el esforzarse en ser mejor debe acompañar tu crecimiento. Este año imploro a la magia de las uvas de los deseos dejes el pañal pues estas por ingresar a preescolar, pido que cuando te hable y estés viendo TV no te pierdas en la pantalla, pido que corras, que respires, que te ensucies, brinques, conozcas la playa, rías mucho y llores poco, que sepas que en la vida hay ciclos que debemos aceptar que se vayan, debemos aprender a despedirnos sin dañar, sin reprochar, Leonora, dejaste el biberón atras, ahora es turno de decir adiós al pañal, de decir hola a los nuevos amigos que se vislumbran en el colegio.

Estoy entusiasmada en verte con tu uniforme y mochila para iniciar una vida en la cual durante años te prepararas académicamente, tengo miedo de que alguien te lastime o seas victima de bullyng o tu seas «buleadora», se que eso se evita si te hacemos fuerte emocionalmente.

1095 días contigo, sin contar el embarazo, me han dado la oportunidad de darme cuenta cuanto error podría haber evitado antes si supiera en aquel entonces el valor de lo importante, como tu, no se que entiendas por Navidad, pero días antes de la navidad 2017 encontrabas una flor, un dulce, o lo que fuera e inmediatamente lo dabas a quien te nacía, diciendo: «Feliz Navidad», ya paso la Navidad y tu dinámica no ha cambiado sigues diciendo y entiendo que tu mente sabe que se trata de dar mas que de recibir. Hija recibe al igual que quienes nos aman y quienes no lo mejor en 2018, agradece, lo bueno y malo que te den las personas, lo bueno te alegra el alma, lo malo te fortalece y hace empática, siempre da las gracias por lo que queda atrás y da las gracias por lo que llegará, pues eso te edificara.

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