México

Nuestras creencias, opiniones y valores determinan las adherencias hacia un partido político o candidato: Carlos Rivera

Los ciudadanos ansiosos tienden a tomar decisiones racionales y los ciudadanos entusiastas pueden decidir a partir de sus aficiones partidistas y menos a la razón

Carlos A. Rivera, especialista en psicología política y postdoctorado en la Universidad de Texas, considera que las estrategias de comunicación política deberían orientarse, toda vez que de cara a un proceso electoral, juegan las variables de personalidad importan mucho más, por ejemplo, que las demográficas, de acuerdo con el modelo de Cognición Socialmente Motivada, lo que determina las adherencias hacia un partido político o un candidato.

Analizó el papel que juega las creencias de las personas y sus motivaciones al momento de elegir una posición ideológica o un candidato. «De acuerdo con este modelo, una persona, de manera irracional, se puede identificar con cierta ideología, candidatos o partidos, a partir de la adherencia que tenemos a nivel inconsciente, pues “nuestras creencias, opiniones, valores, lo que hacen a nivel psicológico es resolver una necesidad de cohesión grupal y afectiva”, para después racionalizar o justificar nuestra elección.

Durante su ponencia ‘¡La emoción, estúpidos! Psicología política y mercadotecnia político-electoral’, Carlos A. Rivera señaló que “tenemos respuestas emocionales a una circunstancia específica, en este caso, a circunstancias políticas, y vamos a dar respuestas emocionales, y habrá apelaciones afectivas, emocionales, que van a tratar de buscarnos por nuestro voto”.

“Los ciudadanos ansiosos tienden a tomar decisiones racionales; y los ciudadanos entusiastas pueden decidir a partir de sus aficiones partidistas y menos a la razón”, es decir, unos estarán motivados por un análisis a conciencia y otros sólo actuarán por el acercamiento hacia un candidato o partido, a esto se le conoce como necesidad de cierre cognitivo.

Otro aspecto central es el manejo del terror, es decir, que todos los humanos compartimos un instinto de supervivencia y que, de alguna forma, también impacta en las decisiones a nivel político.

En este sentido, “las amenazas amplifican las demandas de consensos, es decir, el centro (político) se vuelve más atractivo”; mientras que los estados de ánimo positivos llevan a las personas a tener mucho mayor dependencia a sus creencias preexistentes; y los estados de ánimo negativos llevan a las personas a tener una mayor dependencia contextual.

El especialista señaló que existen cinco grandes rasgos de personalidad que guardan cierta correlación con identificaciones partidarias:

1.- Extraversión: personas que gustan de estar rodeados de otras personas.

2.- Afabilidad: personas respetuosas, tranquilas, amables

3.- Minuciosidad: la disciplina que tenemos cada uno de nosotros

4.- Estabilidad emocional

5.- Apertura a la experiencia.

Entre los ejemplos que ofreció de la vinculación entre estos rasgos y definición partidista están: la minuciosidad se correlaciona con elegir candidatos o partidos más conservadores; mientras que la apertura a la experiencia con candidatos o partidos liberales o de izquierda; la estabilidad también le da mayor peso a candidatos o partidos más conservadores o que están al centro.

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