Cultura

La Caravana Viacrucis del Migrante en Casa Refugio Citlaltépetl

Integrantes de la comunidad triqui y de otras organizaciones dieron la bienvenida a los centroamericanos

En su paso por la Ciudad de México, la Caravana Viacrucis del Migrante recibió el apoyo y la solidaridad de los pueblos y barrios originarios, de la comunidad artística y cultural, de periodistas y de activistas de los derechos humanos en un encuentro que sostuvieron en la Casa Refugio Citlaltépetl.

 

 

Con pancartas y gritos de “No están solos”, “Todos somos migrantes”, “Por un mundo sin fronteras”, “Nuestro país es su país” y “México los recibe con los brazos abiertos”, integrantes de la comunidad triqui y de otros grupos indígenas acogieron a los centroamericanos, quienes salieron de Chiapas en marzo rumbo a la frontera con Estados Unidos.

 

 

Alrededor de 20 migrantes de El Salvador y Honduras —entre niños, mujeres, hombres y personas transgénero— compartieron sus historias marcadas por la violencia, la inseguridad y la pobreza para visibilizar su problemática y las razones que tuvieron para salir de sus países en busca de mejores condiciones de vida.

 

 

“Vengo huyendo de mi país con el papá de mi hija y mi niña de dos años. Hace como año y medio asesinaron a un tío que era homosexual. Venimos huyendo porque a nosotros nos amenazaron, porque él estuvo viviendo conmigo, por ese motivo estamos aquí”, dijo Saraí, originaria de El Salvador.

 

 

Con la voz entrecortada, comentó que la caravana los ha ayudado y no han padecido lo que otros migrantes. “Sólo quiero darle las gracias a todos ustedes que nos han apoyado y espero que al llegar allá (Estados Unidos) pueda ayudar a otras personas, porque tal vez yo no he sufrido lo que otros migrantes”, expresó la salvadoreña.

 

 

Luego de comentar que es lamentable la delincuencia que se vive en El Salvador, Ivi Janeth agradeció el apoyo y el recibimiento que les han dado en la Ciudad de México, y quien junto con sus compañeros de viaje por el país han recibido atención médica, alimento, vestido y un documento para estar en México temporalmente. “Gracias por no discriminarnos por ser migrantes”, agregó.

 

 

Durante el encuentro integrantes de la Caravana Viacrucis del Migrante compartieron sus historias con los periodistas Blanche Petrich y Pedro Miguel; la consultora de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Lucina Jiménez; la especialista en migraciones y exilios María Luisa Capella; la actriz Dolores Heredia; el representante del Movimiento Unificador de Lucha Triqui Pascual de Jesús; el poeta David Huerta y el cineasta Paul Leduc, entre otros.

 

 

“Sentimos a los países de ustedes como propios. Parecía algo muy difícil que tuviéramos esta reunión aquí con ustedes los migrantes, porque siempre pasan silenciosos, escondidos, ocultando su identidad por este país que no les da siempre la bienvenida y eso nos avergüenza”, señaló Blanche Petrich, quien como periodista cubrió en la década de los ochenta del siglo pasado los conflictos armados de Guatemala, Nicaragua y El Salvador.

 

 

El poeta David Huerta exhortó a los presentes a reflexionar sobre los estadounidenses que también se han solidarizado con los migrantes. “Esos norteamericanos que han levantado la voz en contra de su presidente son nuestros compañeros, se han solidarizado con nosotros y con la causa de ustedes. No debemos olvidar que hay ciudades santuario”, dijo.

 

 

El grupo de centroamericanos que llegó a Casa Refugio Citlaltépetl estuvo acompañado por la Coordinadora del Movimiento Migrante Mesoamericano, Marta Sánchez Soler, y por el activista de derechos humanos Rubén Figueroa, quien explicó que existe toda una estructura que hace que las personas tengan que salir de sus países.

 

 

“Las personas que salieron con la caravana representan sólo día y medio de la gente que ingresa al país, en su mayoría de Centroamérica, con un flujo mayor de migrantes hondureños. Honduras está viviendo una crisis poselectoral que deriva en protestas y muertos. A eso se añade la pobreza extrema y la violencia de los maras”, precisó Figueroa.

 

 

El último en tomar la voz fue el periodista y columnista Pedro Miguel, mexicano de padres guatemaltecos, quien expuso que una de las condiciones innatas del hombre es la migración, por lo que se debería pugnar porque toda persecución contra los migrantes sea considerada un crimen contra la humanidad.

 

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