El Museo del Palacio de Bellas Artes alberga la exposición Chucho Reyes. La fiesta del color, conformada por la obra de uno de los pocos artistas mexicanos que se expresó en papel de china como principal material creativo, además de lienzo y otros materiales tradicionales, integra la magna exposición que desentraña su aportación al mundo del arte a través de 75 piezas de 33 colecciones internacionales.
La muestra que la Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Bellas Artes y del Museo del Palacio de Bellas Artes, presenta es para conmemorar el 40 aniversario luctuoso de José de Jesús Benjamín Buenaventura Reyes Ferreira, artista nacido en Jalisco en 1880 y fallecido en la Ciudad de México en 1977.
Miguel Fernández Félix, director del Museo del Palacio de Bellas Artes, acompañado por el curador y subdirector de exposiciones, Arturo López, dijo que como pintor, escultor, anticuario, promotor, coleccionista de arte popular y hasta consejero estético de arquitectos, Chucho Reyes dejó una amplia huella en la cultura mexicana de la segunda mitad del siglo XX.
Refirió que la muestra está organizada en cuatro ejes: Color y materialidad, Influencias y enseñanzas, Muerte y bestiario y Lo mítico y lo profano, donde se busca abarcar el universo de este creador, su expresividad y sus códigos fantásticos con los que enriqueció una obra única y excepcional.
“Elevar con sus colores y formas la presencia del papel en el arte mexicano parece ser otra de las búsquedas de este entusiasta del color, de las fiestas y las tradiciones de México. Chucho Reyes rescató el arte ancestral de elaborar pigmentos para sus obras».
Arturo López, subdirector de Exposiciones del museo, afirmó que el universo plástico de Reyes, su bestiario está conformado por gallos, serpientes, caballos, leones, tigres, peces y aves que a menudo crean referencias a la cultura popular mexicana como las ferias o los palenques, guardando esos colores desbordantes que recuerdan a las tonalidades de los juguetes tradicionales mexicanos.
Recordó que Chucho Reyes se introdujo también al tema de la muerte a partir del arte decimonónico y de las obras de José Guadalupe Posada. Sus calaveras floridas no son de crítica social sino de actitudes más bien graciosas.
“En su producción de papel, cartón y madera se encuentran múltiples figuras de esqueleto entero, contraídas e irónicas»
Durante el recorrido se pueden disfrutar de piezas como óleo sobre tela titulado Retrato de un anticuario, la obra de anilina sobre papel de estraza titulada Sr. levanta la cortina da principio la fiesta del color; el acrílico sobre papel de china titulado Florero, así como el autorretrato realizado en esta misma técnica y donde aparece el artista rodeado de vasijas y con una cruz negra a su espalda.
Otras obras son los cuencos de porcelana decorados por el artista, la serie de naturalezas muertas realizadas sobre masonite y papel de china, así como los retratos de Chucho Reyes realizados por Roberto Montenegro y Héctor Xavier.
Mención aparte merecen dos obras del pintor Marc Chagall, gran amigo de Chucho Reyes, y que enriquecen la exposición. Estudio para gallo verde y Flores y pareja se exhiben en la segunda sala junto con un retrato de Chagal en color sepia dedicado a Reyes.
Arturo López afirmó que la admiración y aprendizaje de Chucho Reyes como artista incluyó también a Georges Roualt, otro colorista de vanguardia que al igual que Reyes se distinguió por el tratamiento intenso de los pigmentos y el contorno de la forma.
“En otro sentido, el particular punto de vista estético del pintor fue determinante en Luis Barragán y Mathias Goeritz, pues llegó a ser un gran consejero de ambos e influyó en su uso de la luz, las formas, el color y las texturas».
Como complemento de la muestra se presenta un mapa interactivo que muestra anécdotas del pintor con personajes como Salvador Novo, Carlos Pellicer y Justino Fernández, además de un video mapping con objetos de la exposición y entrevistas grabadas con especialistas.
La exposición Chucho Reyes. La fiesta del color se presenta en el Museo del Palacio de Bellas Artes, Avenida Juárez esquina con Eje Central Lázaro Cárdenas, Centro Histórico, con horarios de martes a domingo de 10 a 18 horas, y concluye el 3 de junio.