Cultura

Con ilustraciones de pacientes del área de oncología, se editó el libro Las horas para siempre

Una vez que los participantes elegían el fragmento se les solicitaba hacer un boceto previo en una hoja para ver su primera intención e ideas

La Secretaría de Cultura, a través del programa Alas y Raíces, en colaboración con la Fundación ISSSTE y el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, editó el libro Las horas para siempre. Antología de la colección “Poesía para niños”, conformado por 53 lustraciones creadas por niños y adolescentes pacientes del área de oncología del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre.

Las ilustraciones que están inspiradas en fragmentos de obra poética de Carlos Pellicer, Jaime Sabines, Efraín Huerta, Ramón López Velarde, Elías Nandino, Enriqueta Ochoa y Octavio Paz.

Susana Ríos, coordinadora Nacional de Desarrollo Cultural Infantil de la Secretaría de Cultura, explicó que el libro muestra la labor realizada en un taller de ilustración infantil y representa la octava publicación de la colección “Poesía para niños”, iniciada en 1998, con la intención de acercar a niños y adolescentes a la poesía, a partir de un taller de lectura e ilustración infantil.

“Niños y adolescentes respondieron a la invitación de manera positiva por encima de sus condiciones físicas y emocionales debido a la enfermedad y tratamiento. Este es el resultados del gran trabajo que hicieron con el maestro Roberto Martínez, apoyado por la promotora cultural Leslie Alger, quien hizo una relectura de la colección y seleccionó los fragmentos que aparecen en la antología y los jóvenes auxiliares de Alas y Raíces”.

La funcionaria consideró que los niños nos demuestran que pueden crear y expresar lo que imaginan, sienten y esperan si se les da un estímulo.

Al respecto, el maestro Roberto Martínez, aseguró que desde hace dos años se comenzó a trabajar con prudencia y sutileza con los pacientes para motivarlos y acercarlos al proyecto.

“En la medida en que conocieron los fragmentos poéticos fueron desarrollando esta imaginación y sueños que se articulaban no sólo con las situaciones de fragilidad que enfrentaban sino con su anhelo y su voluntad de vida”.

Consideró que el dibujar y el leer es un proceso mental de pensamiento y sentimiento, que implica un trabajo interior profundo: “Los motivamos y colocamos las palabras, la forma, los colores, los materiales y en esa empatía nos conectamos y eso les ayuda y fortalece. Mi labor fue acompañarlos en ese proceso creativo en el que expresar algo te desahoga, te abraza, te libera”.

Agregó que una vez que los participantes elegían el fragmento, se les solicitaba hacer un boceto previo en una hoja para ver su primera intención e ideas.

“Existe un bombardeo de esquemas sobre lo “infantil”, se piensa que es sólo entretenimiento o algo simple y que no es importante, pero nosotros vamos más allá, desarticulamos esos esquemas para sacar su autenticidad, su naturaleza”.

María de los Ángeles García Espinosa, madre de Miguel Ángel, de siete años de edad, quien participó con un dibujo inspirado en el poema Espiral, de Octavio Paz, enfatizó que el taller ayudó a su hijo de diferentes formas. “Le ayudó a sentirse más seguro, a desenvolverse. En ese momento estaba en su segundo internamiento y se dio cuenta que no todo era agujas, sueros, quimioterapias y que también había dibujo y poesía. Es mucha emoción pensar que una enfermedad tan cruel podía traer felicidad. Después de esta experiencia me gustaría que pudiera seguir dibujando”, apuntó.

El director del Centro Médico Nacional (CMN) “20 de Noviembre”, José Alfredo Merino Rajme, enfatizó la transcendencia de este proyecto editorial y su impacto en los paciente pediátricos afectados por cáncer o sobrevivientes a él. “El cáncer infantil afecta a seis mil pacientes en nuestro país, de los cuales 11% son atendidos en el ISSSTE y 230 en la Clínica de Supervivientes Pediátricos a Cáncer, del (CMN) pionera de su tipo en México y en la cual están involucradas más de 20 especialidades médicas, ya que 70% de los sobrevivientes enfrentan secuelas y nuestro objetivo es reintegrarlos de manera digna a la sociedad y a la escuela, y eso incluye su cuidado emocional”.

En este contexto, añadió, “el CMN “20 de Noviembre” registra una de las tasas más altas del país en sobrevivencia a cáncer infantil, del 66% a cinco años del tratamiento, y uno de nuestros retos es brindarles calidad de vida, lo que motivó que la Secretaría de Cultura de la CDMX y la Fundación ISSSTE se unieran para llevar a cabo este programa en el que participaron  tanto infantes como adolescentes que fallecieron en su lucha contra el cáncer como otros que sobrevivieron y que hoy nos acompañan, y que a través del arte lograron abordar este tema tan sensible en su vida que hoy se puede apreciar en las 53 ilustraciones de poesía de este libro de historias de éxito”.

A su vez, el presidente de la Fundación ISSSTE, Armando Ruiz Massieu, agradeció a los niños presentes, a los que dejaron sus obras y lamentablemente fallecieron y a padres y familiares de ambos, por su lección de vida y su empeño y entusiasmo en participar en la ilustración del libro Las horas para siempre, con el que la Fundación incorpora una línea de apoyo a proyectos editoriales enfocados a fomentar el humanismo como otro gran componente de la atención integral de la salud y llevar a los pacientes al centro de la atención institucional, especialmente a poblaciones sensibles como son niños y adolescentes.

La promotora cultural y creadora de la idea original de la publicación, Leslie Alger Soto, dijo sentirse convencida de que la poesía tenía que estar presente en los hospitales, al ser una expresión saturada de esperanza.

En representación de los 40 niños y adolescentes que participaron con sus obras en el libro, Eddy Alejandro Zárate, chiapaneco de 13 años de edad, agradeció a sus médicos y enfermeras la posibilidad de estar vivo y a las autoridades la oportunidad de participar en la experiencia del taller de poesía y en la elaboración de las ilustraciones.

El libro Las horas para siempre. Antología de la colección “Poesía para niños”, está a la venta en la Red de librerías de Educal y será distribuido en diversos hospitales y red de bibliotecas.

Arriba