Lo que menos deseo es que mi hijo se vea afectado por la falsa acusación que se me hace
Fue a finales de octubre de 2014 cuando a la redacción del periódico para el cual trabajaba, llegó uno de los hombres que el día de hoy nos causa conmoción: Armando Vega Gil.
En ese entonces, literalmente, esta servidora estaba a reventar faltaban escasos días para tomar mi licencia por maternidad, en aquel entonces pedía permiso a un pie para que el otro marchara, Leonora, mi hija estaba a escasos días de dejarnos conocerla.
Por la mañana recibí una llamada de mi compañero de sección, Ricardo Hernández, quien me comentó no llegaría a la hora pactada con su entrevistado, Armando Vega Gil, más conocido por todos como “el Cucurrucucucu”, y que por cierto estaba promocionando un libro de su autoría, llamado “El Perro de Oventil”.
Aunque ciertamente no tenía la agenda tan saturada como otras ocasiones, fui un poco renuente ante la petición de mi ex compañero, ya que tiempo atrás tuvimos fuertes rencillas, ocasionadas por los egos de ambos, aunque debo confesar que, durante mi embarazo, fue uno de los hombres que más cuidó de mi hija y de mí, pues siempre llegaba con un delicioso platillo, postre o pan para compartir.
Aunque años atrás ya había tenido la oportunidad de charlar con Vega Gil, al ser parte de Botellita de Jerez y en algunos encuentros en El tianguis del Chopo, al cual por cierto acompañaba a mi ex compañero Hernández, quien ofertaba algunos productos en dicho tianguis nunca pasó de pláticas evaporadas o cruzar bromas, pues su relación era más bien directa con Ricardo.
Sin embargo, aquella vez en la redacción, cuando aún esta no estaba abarrotada a su máxima capacidad como por las tardes, pudimos tener una charla con la que el tiempo pasó, pues siempre es un deleite platicar con hombres cargados de anécdotas y conocimiento, como fue Vega.
En la plática al comentarme sobre “El Perro de Oventic”, descubrí a un gran ser humano preocupado por el futuro, por la niñez y por la forma en que somos padres. Hoy estoy en un nuevo sitio, una nueva editorial, nuevas personas, y nuevas noticias.
“Más vale un final terrible que un terror sin final”, son algunas de las líneas, las últimas que escribe Armando, a través de una carta en la cual anuncia su muerte, o el fin del dolor, ¿Quizá?, no soy quien, ni nadie, ni todo, para hacer juicios, debo confesar que como miles de seres humanos en ocasiones he sido, eso: juicio, y éste me ha llevado a cometer grandes errores.
En aquella ocasión Armando, terminó por entrevistarme, entre bromas me dijo: “Este bebé estará enorme”, – ¿Qué es, ya te dijeron?, le dije, sí, es una niña.
-¿Qué nombre le pondrás?
-Leonora
-Que bello, como un León.
-“¿Sabes la responsabilidad que adquiriste?, todos creemos que tener un hijo es perpetuar la especie, para quedarnos por más tiempo en el mundo, no sé, lo hacemos de maneras irresponsables, pero este es el mejor regalo de vida, jamás tendrás nada igual, cuando veas el rostro de Leonora, por primera vez te vas a acordar de mí, sabrás que tengo razón, que todo para ti será ella.
Cuando vi a Andrés la primera vez, no sabes, me acuerdo y ve se me enchina la piel, sus ojos eran así tan limpios, ahora tiene 3 años, es una de las mejores etapas, ver rayadas las paredes, con dulce los muebles, es saber que vives que no hay por qué quedar bien con nadie”.
-¿Su papá esta con ustedes?
Sí, le contesté, y me dijo, “eso es doble bendición en un mundo de abandonos”.
Y como lo dije al inicio, todo cambia. Hoy Armando no está más, Ricardo, tampoco. Armando Vega Gil, anunció la madrugada de este lunes que se suicidaría tras haber sido acusado de acoso por el movimiento #MeTooMusicosMexicanos.
La carta, en la que Armando Vega Gil también negó haber acosado a “alguien”, fue publicada a través de su cuenta de Twitter a las 4:40 horas de este lunes. En ella aseguró que al verse afectada su carrera, su decisión era definitiva.
«Lo que menos deseo es que mi hijo se vea afectado por la falsa acusación que se me hace». Vega Gil, luego de dicha publicación. Botellita de Jerez confirmó su muerte ocurrida durante la madrugada de hoy.
Armando Vega-Gil fue galardonado con cinco premios nacionales de literatura. Publicó 22 libros, entre ellos, El Perro de Oventic; Una Noche de Catarro y Pesadillas; Cumpleaños en la Marisquería; Azahar y Agustín y Renata y la fábrica de juguetes. El año pasado en la FIL de Guadalajara presento Virgen de Media Noche.
