Si se presenta comezón excesiva en la cabeza ya que al rascarse de manera prolongada se puede producir una infección en la piel por el contacto de ésta con las uñas sucias
Las infecciones virales (verrugas) y pediculosis (piojos), son las afecciones más frecuentes en niños entre los 3 y 10 años de edad, ante lo cual es fundamental cuidar y proteger la piel de los pequeños y acudir con el médico dermatólogo ante cualquier cambio o molestia.
Así lo expuso la doctora Guadalupe Ortiz, especialista en dermatología pediátrica e integrante de la Fundación Mexicana para la Dermatología (FMD), quien alertó que los piojos pueden transmitir enfermedades infecciosas como la fiebre amarilla, pero además otras condiciones secundarias como impétigo, que es una infección de la piel muy contagiosa que afecta principalmente a bebés y niños.
“La temporada de calor es ideal para que dichos parásitos se propaguen aún más, ya que el cuero cabelludo provee una temperatura que permite a los piojos sobrevivir y reproducirse con mayor facilidad, por lo que la persona que los adquiere les proporciona todo lo necesario para su supervivencia”.
De acuerdo con la experta, el periodo de vida de los piojos es de aproximadamente 30 días, pero al ser tan rápida su reproducción, es fundamental erradicarlos en cuanto sean detectados para evitar su propagación.
Sobre los indicios para detectar los piojos de manera oportuna, mencionó que es importante prestar especial atención si se presenta comezón excesiva en la cabeza ya que, al rascarse de manera prolongada se puede producir una infección en la piel por el contacto de ésta con las uñas sucias.
“En la actualidad, existen diferentes métodos para erradicarlos como, por ejemplo, shampoos, lociones, aerosoles o pastillas; no obstante, lo mejor es acudir con un especialista y evitar recurrir a remedios caseros”, sugirió la dermatóloga.
Otra de las dermatosis más comunes en niños en esta temporada –agregó– son las verrugas vulgares o mezquinos; es decir, pequeñas protuberancias duras del color de la piel que se presentan en las manos y las plantas de los pies, las cuales suelen ser muy contagiosas y dolorosas.
“Estas verrugas, generalmente se adquieren por contacto en espacios públicos como albercas o playas, por eso es importante que, en vísperas de la temporada vacacional, utilicemos sandalias fuera de la alberca y no intercambiemos los zapatos o gorras”.
La especialista recomendó mantener una higiene diaria, evitar el intercambio de artículos personales o accesorios del cabello, así como fomentar la exploración frecuente de la piel cabelluda, medidas pueden ser muy útiles para detectar cualquier inconveniente.
“La piel de cada niño o niña es única y requiere cuidados específicos; sin embargo, ante cualquier molestia de los pequeños– los padres de familia deben acudir con un dermatólogo para poder detectar y tratar oportunamente cualquier afección cutánea en los niños”, concluyó la especialista.
En la foto: Un piojo
Foto: Archivo