DE REPORTEROS

 HISTORIAS EN EL METRO

Raúl, el bolero

Por Ricardo Burgos Orozco

 

Don Raúl es lustrador de calzado -bolero, pues- afuera de la estación Politécnico del Metro.

En el poco tiempo que tengo de conocerlo he observado que siempre sonríe y saluda a quienes pasan cerca de él. No solamente saluda, siempre está pendiente si alguien necesita alguna orientación de calles o lugares en la zona. Se nota inquieto y voltea para todos lados cuando no tiene cliente, como buscando a quien saludar o a quien apoyar. Es gordito, cachetón y canoso.

Tal vez cincuentón. Viste humilde, pero se ve limpio. Hoy usé sus servicios de bolero, me senté frente a él, coloqué mis zapatos en los descansos correspondientes. No me ofreció el periódico como todos los boleros lo hacen. Me dijo: ¿Me permite hacerle unas preguntas? Son 50 preguntas básicas sobre historia y civismo de México, que les hago a quienes se bolean conmigo por primera vez.

Para preguntas estoy yo!!! Pensé ¿50 preguntas? Son muchas para el tiempo de una boleada, reflexioné, a lo mejor llega cuando mucho a la pregunta 20, termina, me levanto y me voy. Le dije: le entro, vengan las preguntas. Me hizo sudar con algunas como cuando me pidió que le diera los nombres de los Niños Héroes o le dijera que significan los colores de la bandera o los nombres de cinco personajes destacados de la Independencia y otros cinco de la Revolución.

Estábamos en la pregunta 45 cuando terminó la boleada. Me quise levantar, pero me detuvo: espere, faltan cinco preguntas. Dócilmente acepté porque me tenía realmente relajado. Terminamos y me dijo: ahora viene su calificación. Me puse nervioso, por supuesto. Nueve. Me bajé orgulloso de la silla y con otro ánimo. Gracias, Don Raúl.

Foto: Archivo

 

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