Metropoli

José Luis Santiago busca, mediante el voluntariado, devolver a la UNAM todo lo que le dio

Lleva ocho años de voluntario en la Cruz roja Mexicana en programas comunitarios en el Antiguo Colegio de San Ildefonso y en la Antigua Escuela de Medicina

Luego de titularse en la Facultad de Medicina de la UNAM, José Luis Santiago Garduño no se olvidó de la institución que lo formó como un profesional de la medicina y para devolver lo mucho que la máxima casa de estudios le dio, como él mismo reconoce,  dedica gran parte de su valioso tiempo al voluntariado, además de que el premio en efectivo que ganó en el concurso Premio Scotiabank para los Jóvenes (2 mil 500 dólares canadienses), lo donó a la Antigua Escuela de Medicina.

El galardón, del que se hizo merecedor, reconoce el trabajo voluntario de chicos -en Canadá y todo el mundo- en al menos tres organizaciones benéficas y sin fines de lucro. Cada año premia a 12 jóvenes, y en la edición 2018 cinco son mexicanos, entre ellos el universitario José Luis Santiago Garduño.

Al respecto, dijo, «llevo ocho años de voluntario en la Cruz roja Mexicana, en programas comunitarios en el Antiguo Colegio de San Ildefonso y en la Antigua Escuela de Medicina. La razón por la que decidí donarlo a la UNAM es porque estudié medicina y quise devolverle algo de lo que me ha dado, aunque sea de forma simbólica».

El voluntariado que hace en la UNAM tiene como objetivo ver a la medicina no sólo como una rama científica, sino humanitaria, artística y cultural; que sea apreciada por el público en general, explicó.

El recién egresado de la FM precisó que en México el concepto de voluntariado no es muy difundido ni valorado, pero la labor que realiza le ha permitido apreciar la utilidad de acercarse a la gente y mostrarle para qué sirven los aparatos que utiliza en su profesión.

Nuria Galland, responsable de Servicios Pedagógicos y Contenidos Académicos de la Antigua Escuela de Medicina, explicó que este recinto cuenta con alrededor de 30 voluntarios activos, con formación profesional, que apoyan como guías, monitores de visitas, en la organización de talleres o difundiendo las actividades.

«Nos conmovió el donativo porque sabemos de la labor de José Luis Santiago. Es un voluntario nato, lo tiene en su naturaleza y apoya con sus conocimientos e inteligencia a distintas instituciones», apuntó.

Actualmente, este recinto recibe a alrededor de 350 mil visitantes al año, que recorren sus 20 salas permanentes. Además, se invita a artistas contemporáneos para que trabajen con los materiales de la colección permanente.

El Premio Scotiabank para los Jóvenes se suma al Premio de la Juventud de la CDMX, que el universitario recibió en 2016, y al apoyo del Programa de la Alianza del Pacífico que lo llevó a Perú para ayudar a una comunidad vulnerable.

«Deseo que más jóvenes conozcan lo que se hace en la UNAM, que sepan que pueden participar», destacó Santiago Garduño.

 

En la foto: José Luis Santiago Garduño

Foto: UNAM

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