De acuerdo con Daniel Esponda, director general de VendeTuAuto.com, la comercializadora de autos más grande de México, anualmente cambian de manos seis millones de autos, cifra que representa 17% del parque vehicular del país, y estas operaciones se dan en un mercado de 35 millones de vehículos particulares, por lo que al momento de decidir comprar un auto usado es necesario identificar de manera clara las diversas alternativas que existen para elegir, entra estas opciones se encuentran los autos legalizados y los de aseguradora.
El auge de los autos legalizados inició a partir de la firma del entonces llamado Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en la década de los 90. Se calcula que existen alrededor de seis millones de unidades legalizadas que circulan por calles y carreteras del país; es decir, que no se vendieron por primera vez en México e ingresaron básicamente de Estados Unidos.
La situación del mercado automotriz en Estados Unidos ofrece una gran cantidad de autos de segunda mano a excelente precio, esto se debe a que aplican en ese país una estricta regulación ambiental, cosa que no sucede de la misma manera en México, dicha legislación estadounidense obliga a los ciudadanos a deshacerse de sus autos usados a partir de que cumplen 10 años. Como las mismas leyes hacen difícil su venta del otro lado de la frontera, es común que encuentren refugio pasando su frontera sur a precios de remate, pero esto genera varios problemas.
El primer problema y de mayor relevancia es la rastreabilidad administrativa; esto significa la biografía del vehículo, ya que muchos de estos autos entran al país irregularmente. Los más probable es que no fueron sometidos a inspecciones aduanales rigurosas, por lo que podrían tener reporte de robo en Estados Unidos. Otros vehículos como fueron comprados para venderse casi de inmediato posiblemente tengan averías y habrá que realizar reparaciones pendientes; algunos vendedores con poca o nula ética ocultan fallas con el objetivo de ahorrar dinero y venderlo a mayor precio. Al comprar un auto legalizado con averías es difícil encontrar las piezas o refacciones si es que no se vendió en territorio nacional, pero lo común en caso de localizarlas el desembolso será mucho mayor.
Adicionalmente, no todos son elegibles por la mayoría de las aseguradoras y finalmente hay que tener en mente que comprar autos legalizados afecta la economía nacional, ya que su compra no impulsa la generación de empleos, porque en la industria automotriz afecta desde empleados de la línea de ensamblaje hasta el encargado de limpieza de la agencia o concesionaria.
Una opción similarmente económica es la de los autos refacturados por las aseguradoras. Algunos de las unidades que las aseguradoras recuperan después de siniestros, como accidente o robo, son puestos a la venta nuevamente a precios de remate. En este caso, existen dos problemas principales: el historial del auto y la dificultad para venderlo posteriormente. Por ejemplo, si se comprara un auto accidentado, es casi imposible saber la calidad de la reparación, y según el tipo y gravedad del accidente se podrían encontrar problemas serios después de un tiempo.
De acuerdo con Esponda, «quizás ahorrar unos pesos a cambio de tu seguridad y la de tu familia no sea lo más recomendable. Como sucede casi con cualquier auto, llegará el momento de venderlo. Encontrarás que pocos negocios serios quieran comprar un vehículo refacturado por la simple dificultad de encontrarle comprador. Ese mismo inconveniente podrías encontrarte intentando venderlo por tu propia cuenta a particulares. Definitivamente no es lo más práctico».
«Por ejemplo, VendeTuAuto.com no compra autos con cualquiera de estas dos características, ¿por qué?, por los problemas que representan. Simplemente, aunque pueda parecer una alternativa atractiva, lo más recomendable es invertir un poco más en evitar problemas y velar por la seguridad de tu familia», añadió Daniel.
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