Salud y nutrición

En México, el suicidio es ya una problemática de salud nacional

Todos los trastornos mentales son tratables en los casos que hay un diagnóstico oportuno

A pesar de que cada vez más personas toman conciencia sobre la importancia del cuidado integral de la salud, la cual incluye la salud mental: pieza claves para gozar de un estado de bienestar general e integrarse a la comunidad de manera idónea, los estigmas para quienes sufren alguna enfermedad psiquiátrica persisten en nuestra sociedad.

Desde 2018, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la depresión como una de las principales enfermedades a nivel mundial, la conversación en torno a los trastornos mentales ha cobrado más fuerza y cada vez más personas, principalmente jóvenes, se han acercado a profesionales de la salud mental.

Al respecto, José Manuel Hernández Arias, médico psiquiatra adscrito al Antiguo Hospital Civil de Guadalajara, explicó que el suicidio es la peor consecuencia de un trastorno mental no tratado y no sólo afecta a la persona que lo comete, sino que, por su condición destructiva, también es grave y perjudicial para los familiares. «El desconocimiento de las enfermedades mentales y la falta de atención temprana, son las dos situaciones que orillan a las personas a cometer el suicidio».

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), indican que en México se cometen 17 suicidios por día, siendo los hombres de entre 20 y 29 años el grupo poblacional más afectado. De los 6 mil 291 suicidios cometidos en 2016, 5 mil 116 corresponden a hombres.

«Los pensamientos suicidas pueden ser un síntoma de una enfermedad mental como la depresión y la ansiedad. No son ocurrencias de los pacientes y mucho menos, algo que ellos dicen para llamar la atención. Cuando alguien expresa que ha pensado en quitarse la vida, se le debe tomar en serio y canalizarlo con un profesional de la salud mental», indicó Hernández Arias, gerente Médico de Psiquiatría y Sistema Nervioso Central (SNC) de Grupo PiSA.

Las personas que son diagnosticadas con trastornos mentales, a menudo son alienadas de su círculo social e incluso de su familia únicamente por mero desconocimiento de lo que estas condiciones médicas significan. Por esta razón, desde el 2013 la Asamblea Mundial de la Salud aprobó un plan de acción integral sobre salud mental para el período 2013-2020, en el que los estados miembros se comprometieron a adoptar medidas específicas para mejorar la salud mental y contribuir al logro de los objetivos mundiales.

«Una enfermedad mental es como cualquier otra y debe de ser abordada con empatía y desde una perspectiva médica. Todos los trastornos mentales son tratables siempre y cuando haya una detección oportuna. Mientras que el paciente que se apegue al tratamiento, que pueda incluir terapia o el uso de medicamentos, puede llevar una vida normal», aseguró José Hernández, especialista miembro de la Asociación Psiquiátrica Mexicana (APM).

Según la OMS, sólo uno de cada cinco mexicanos con un padecimiento psiquiátrico recibe un tratamiento. Esta problemática está relacionada con la disponibilidad de los médicos especialistas. De acuerdo con información del Instituto Nacional de Psiquiatría «Ramón de la Fuente Muñiz» (INPRFM), en México existen un total de 4 mil 393 psiquiatras, de los cuales sólo mil 393 están certificados por el Consejo Mexicano de Psiquiatría, y 6 de cada 10 se concentran en las urbes del país: Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey.

El suicidio es ya una problemática de salud nacional; en la última década, los casos se han incrementado en casi un 50%, pasando de 4 mil 277 en 2006, a 6 mil 370 casos en 2016, de acuerdo con el INEGI.

En 2018, el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) destinó alrededor de 2.2% para la atención de la salud mental: unos 2 mil 800 millones de pesos y menos de la mitad del mínimo que recomienda la OMS.

Foto: Archivo

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