Ozan Mermer, estudiante del Centro de Capacitación Cinematográfica es el realizador de la cinta
YIP, es el título del documental cinematográfico de Ozan Mermer, cineasta nacido en Berlín, Alemania, de padre turco y madre francesa. Se trata de un ejercicio cinematográfico que visualiza el acontecer social y cultural de la frontera entre México y Guatemala, a través de la mirada de dos niñas de 11 años de edad, originarias de la cultura maya-chuj, quienes intentan cambiar su vida a través de la música.
A decir de Ozan Mermer -su director-, la cinta revela los cambios que viven en Tziscao -localidad del municipio chiapaneco de La Trinitaria- a partir de la creación del Coro y Ensamble Comunitario Binacional Maya-chuj, agrupación musical a la que se integran poco más de 60 niños de México y Guatemala, como parte del Movimiento Nacional de Agrupaciones Musicales Comunitarias coordinado por el Sistema Nacional de Fomento Musical (SNFM) de la Secretaría de Cultura.
«Cuadro a cuadro y durante 64 minutos, aproximadamente, el documental escudriña la realidad de esta comunidad cuya cultura fue dividida por conflictos sociales, y que hoy en día se encuentra en México y Guatemala», señaló el joven cineasta.
Coproducido por el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) y el Hochschule für Fernsehen und Film MÜNCHEN (Universidad de Televisión y Cine de Münich) el filme plantea la función que ocupan las tradiciones y raíces culturales en el desarrollo integral de un individuo, en su búsqueda personal y en la construcción de su futuro.
«A través de la historia de Aleida y Alejandra, dos primas de once años de edad, que comparten raíces y tradiciones, pero con sueños y anhelos diversos, el público podrá observar varios aspectos importantes. Por una parte, la identidad de una cultura, su costumbre y tradiciones; la forma en que cada persona define su personalidad e individualidad. Y, por otro lado, el poder de la música como lenguaje universal insertado en la cultura y vida cotidiana de las personas; su influjo en la recuperación y revaloración de esta cultura chuj que por años ha estado disgregado e incluso negada entre sus miembros», narró el director.
Mermer apuntó que por eso le pareció ideal titular este documental como YIB (sic), una palabra que el joven realizador escuchó en Tziscao en diversos momentos durante la filmación del documental, pero que no encontró una fuente o diccionario en lengua chuj que indicara su escritura real.
«En las entrevistas y charlas informales escuchaba que utilizaban la palabra YIB( sic) al referirse a la palabra «raíz» o «raíces». Sin embargo, aunque consulté varios diccionarios del idioma chuj, nunca encontré la forma correcta de escribirlo y decidí hacerlo de esta forma, lo cual de alguna manera también simboliza esta representación de la búsqueda de la identidad que planteo en este documental», abundó.
Sobre el por qué decidió filmar en esta comunidad y por qué indagar en el poder de la música, el documentalista explicó que siempre le ha interesado mucho plasmar la conexión entre el arte y la identidad individual desde diversos contextos sociales e históricos. «Llegué a México en 2016, me enteré del trabajo que está haciendo el Sistema Nacional de Fomento Musical en diversos puntos del país y cómo la música también es una disciplina que me interesa explorar por las emociones, voluntades y esfuerzos que mueve, me gustó», concluyó.
El trabajo cinematográfico Mermer lo terminó en 2017. Antes filmó tres cortometrajes; Fremdkörper (Out of Place) con el que ganó el premio al Mejor corto en el Festival Internacional de Cine de Durban, en Sudáfrica; Bauchladen (Pick an Mix) galardonado en el Starter Filmpreis de Múnich, Alemania; en 2016 su proyecto Terrier ganó el primer lugar de cortos en el Festival Brno 16, certamen de cine realizado en la República Checa.
Ozan Mermer estudió dirección de cine en el Hochschule für Fernsehen und Film MÜNCHEN (Universidad de Televisión y Cine de Münich) y en 2016 dirección documental en el Centro de Capacitación Cinematográfica de México. Actualmente trabaja en su tesis y en la preproducción de su ópera prima Reina.
Fotos: Cortesía
