Salud y nutrición

El cuidado de la piel es todo el año, incluido el otoño y el invierno

La protección solar, además de mantener nuestra piel joven y sana, es una importante medida de prevención contra enfermedades.

Por Dra. Nora Sobrevilla Moreno*

El sol es un elemento que asociamos directamente con verano, playa y vacaciones, razón por la cual tenemos la creencia de que la protección de la piel únicamente se debe hacer durante esta época del año o cuando se está fuera de la ciudad.

Aunque la intensidad de los rayos del sol baja durante el otoño e invierno, el hecho de vivir en una zona a gran altitud, como es el caso de la Ciudad de México ( 2 mil 250 metros sobre el nivel del mar), nos mantiene con el riesgo de tener daño en la piel causado por los rayos Ultravioleta (UV), el principal factor de riesgo para la mayoría de los cánceres de piel, como el melanoma.

Las personas pierden de vista la importancia de mantenerse protegidas del sol los 365 días del año. Incluso en los días nublados, los rayos UV llegan a dañarnos, debido a que no todas las formaciones nubosas bloquean este tipo de rayos.

El grado de exposición a la luz ultravioleta que una persona recibe depende de la intensidad de los rayos, del tiempo que la piel ha estado expuesta y si ésta ha estado protegida con ropa o bloqueador solar.

El daño solar en la piel de una persona es acumulativo, de modo que, cuando hay daño, éste deja una especia de «huella» que se agrega a aquel que se genera con una nueva exposición a los rayos UV. Es por esto que tomar algunas medidas para reducir este impacto pueden proveer un gran cambio en el cuidado de nuestro mayor órgano, la piel.

¿Qué acciones diarias podemos realizar para proteger nuestra piel del sol?

Hacer del cuidado de la piel un hábito: Ya sea que salgas por un café durante el fin de semana, o vayas al trabajo todos los días, mantenerse protegido del sol debe volverse parte de la rutina.

Usar bloqueador solar diario: Actualmente existen diversos productos que nos facilitan este proceso, como cremas o cosméticos que contienen factor de protección solar (SPF, por sus siglas en inglés). Incluso existen bloqueadores que hacen menos tedioso este proceso al presentarse en formatos como brumas o polvos que facilitan la reaplicación cada dos horas.

Protegerse con ropa o gorras: De este modo se previene el envejecimiento prematuro, resequedad o quemaduras, ya que no se expone directamente la piel a los rayos UV.

No exponerse al sol al medio día: La luz solar es más fuerte entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, por lo que es importante no exponerse al sol en estos horarios, y si no es posible, usar bloqueador solar y proteger nuestra piel con ropa o gorra para evitar que se queme.

Los cánceres de piel como el melanoma, se pueden diagnosticar en su inicios a través del autoexamen de la piel, por lo que debemos examinarnos ante el espejo para conocerla, y así identificar cualquier situación anormal que nos permita acudir con un experto de manera oportuna. Es importante saber que el melanoma no solo aparece en áreas con exposición continua al sol, sino también en las que no lo están, por lo que el autoexamen debe incluir las manos y los pies, incluyendo uñas, palmas y plantas.

La protección solar, además de mantener nuestra piel joven y sana, es una importante medida de prevención contra enfermedades. Quienes se exponen demasiado a los rayos UV tienen un mayor riesgo de padecer melanoma, el tipo de cáncer de piel más agresivo que se desarrolla en las células que producen la melanina.

*Médica Adscrita a la Clínica de Melanoma del Instituto Nacional de Cancerología (INCan) desde el años 2014.

Es egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con especialidad en medicina interna y en oncología por el Hospital 20 de Noviembre. Ha participado en protocolos de investigación con inmunoterapia y terapias dirigidas de melanoma. Además de ser asociada a la Sociedad Mexicana de Oncología, a la American Society of Clinical Oncology y a la European Society of Medical Oncology.

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