Nuevamente dañaron, pintarrajearon, rompieron y robaron, y nada pasó, se fueron muy felices riéndose de autoridades, comerciantes y ciudadanos.
Alejandro Giovanni solo fue el pretexto para salir a causar robos, destrozos, daños; luego el argumento fue Melanie. Ahora ya ninguno de los autodenominados anarquistas se acuerda de eso, el viernes pasado le midieron el temple a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y como todo estuvo a su favor, hoy volvieron a salir a robar, destrozar, dañar y nadie los detuvo, lo que pone de manifiesto que ahora quienes dictan la agenda son los anarcos.
El fin de semana se dio a conocer que este lunes, elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC-CDMX) de la Ciudad de México, se manifestarían a las 14:00 horas en el Ángel de la Independencia. Curiosamente, un colectivo de mujeres también anunció una marcha en el mismo punto y a la misma hora.
De la manifestación de los policías, en demanda de la liberación de sus compañeros presos en un reclusorio por presuntamente patear a una joven en la marcha del viernes pasado, ya no se supo nada pues a esa hora encapuchados que se dicen anarquistas, empezaron a llegar armados con marros, martillos y tubos y se concentraron en Reforma y Río Tiber, cerca del Ángel de la Independencia, de donde salieron hacia el Zócalo capitalino.
Desde el arranque de su marcha, estos jóvenes, hombres y mujeres vestidos en su mayoría de negro y con el rostro cubierto, empezaron a pintarrajear, romper y robar, mientras otros preparaban sus acostumbradas bombas molotov.
Robaron bolsas y mochilas, y junto con las que ya llevaban, las llenaron de artículos que robaron en una tienda de deportes, en tiendas de conveniencia. En el Oxxo que está ubicado en la Avenida Juárez y Balderas, sacaron los exhibidores y echaron la mercancía al piso de donde los demás participantes de la marcha iban tomando bolsas de frituras, chocolates, cigarros, dulces. Mientras, mujeres robaron de esa misma tienda, decenas de botellas con agua, aún empaquetadas.
Cabe destacar que esta marcha estuvo acompañada por observadores de la Comisión de Derechos Humanos, de los que la ciudadanía espera den cuenta verídica de la violencia con que estos jóvenes se comportan y la serie de delitos que cometen con total impunidad.
Desde temprana hora, grupos de elementos de la SSC-CDMX fueron apostados discretamente en inmediaciones al Ángel de la Independencia pero en ningún momento intervinieron para detener los desmanes, y con justa razón, pues dos de sus compañeros fueron consignados por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México al reclusorio por presuntamente cometer el delito de abuso de autoridad.
Durante la marcha, trascendió que los uniformados que la SSC-CDMX envió a la valla que se formaría en el Centro Histórico, se revelaron a acatar la orden y permanecieron arriba de sus camionetas advirtiendo que si no había apoyo de sus superiores no se expondrían a las agresiones de los anarquistas. Bien por ellos, pues son los únicos que reciben los golpes, las pedradas, las bombas molotov y al final los acusan de abuso de autoridad.
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