Con escaso personal laboral clínicas y hospitales, justo cuando la cifra de contagiados y fallecidos va en aumento.
La pandemia de COVID-19 desnudó a las autoridades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), a algunos integrantes del personal médico y hasta a ciudadanos, pues los primeros tuvieron suficiente tiempo para diseñar estrategias y organizar la forma en que enfrentarían al COVID-19, pero a estas alturas de la crisis sanitaria la desorganización sigue siendo la constante, las «trampas» de algunos para evadir su responsabilidad, así como las agresiones de ciudadanos contra personal sanitario.
Así lo denunciaron a DeReporteros, médicos, enfermeras y camilleros de diversas Unidades de Medicina de Atención Especializada (UMAE) y Hospitales de Zona del IMSS, asentados en León, Guanajuato, donde desde el pasado mes de abril otorgaron permisos a personal «que hasta se inventaron enfermedades» dejando el mínimo de médicos y enfermeras, y cargándoles el trabajo.
De acuerdo a los denunciantes, hay clínicas y hospitales que adaptaron áreas para atender pacientes infectados con COVID-19 y éstas aún tienen espacio disponible, «el problema es que no hay personal suficiente porque dieron permisos a lo loco y mientras muchos médicos que se inventaron enfermedades, están en su casa, muy tranquilos, los pocos que quedamos en servicio no podemos con la carga», aseguran.
Indicaron que, «debido a que van aumentando los casos de contagios y fallecimientos, el IMSS ya anunció que varias clínicas se convertirán en unidades exclusivas para atender personas infectadas con este virus, como la T1 y la T58 pero no dijeron si traerán más médicos y enfermeras, o los que están de descanso desde abril serán reincorporados».
Molestos comentaron que a la falta de atención hacia ellos por parte de las autoridades del IMSS, » se suman malos médicos y enfermeras de diversas clínicas y hospitales, que cuando se enteraron que atenderíamos pacientes infectados, se inventaron enfermedades y se fueron a descansar desde hace más de dos meses, dejándonos solo con la carga de trabajo. Esto, sin duda en corto tiempo colapsará las clínicas y hospitales».
Agregaron, «el T58 es un edificio con tres pisos, de los cuales solo el tercero estaba destinado para la atención a pacientes hospitalizados; el área cuenta con 90 camas de las cuales ya 70 están ocupadas, pero desde el pasado 2 de junio la dirección dio la orden de trasladar pacientes al segundo piso que ya también fue habilitado.
Los mismos directivos no informaron que, de seguir el aumento de casos que ameriten hospitalización, esta unidad, la T58, se convertirá en hospital exclusivamente para COVID-19. Pero no nos informan si traerán más personal».
Mientras que los trabajadores de la T1 dieron a conocer a través de redes sociales, que el cuarto piso del edificio principal de esa unidad, asignado únicamente para pacientes con COVID-19, ya está saturado.
De igual forma, personal médico del Hospital de Zona 21, compartieron que mientras el director, Hipólito Torres Valadez se encuentra de incapacidad, «presuntamente porque está infectado de Coronavirus, ya se nos anunció que este hospital recibirá a pacientes con esta enfermedad, pero no tenemos personal».
Como en las otras clínicas y hospitales, en el Hospital de Zona 21, «también otorgaron permisos de manera indiscriminada y, por ejemplo, en Medicina Interna, que es la que lleva la mayor responsabilidad de atender a estos pacientes, solo tiene siete médicos para hacerse cargo de los casos que lleguen y hasta de los otros hospitales que no son Covid».
Subrayan que el Hospital de Zona 21 se destaca «por su falta de solidaridad entre el personal, pues han dejado todo el trabajo a los especialistas en Medicina Interna, sin el suficiente personal, mientras los médicos de otras especialidades clínicas se niegan a apoyar».
A diferencia de estos, dijeron, en el Hospital 58 (T58) todos se solidarizaron y están trabajando unidos, aunque sean poquitos, pero en la UMAE T1 y en el Hospital de Zona 21, nos quieren dejar morir solos, peor ahora que el director se incapacitó.
Aseguran que es inminente que les lleven infectados al Hospital de Zona 21, toda vez que ya hay hospitales del IMSS que reportan creciente número de pacientes, «en el Hospital 58 hay más de 80 enfermos, en el UMAE ya cuentan con 53. Así que es cuestión de horas para que empiecen a distribuir a los enfermos a otros hospitales, pero nada dicen de traer más personal y mucho menos que vayan a reincoporar a los que están descansando desde hace más de dos meses».
El otro viacrucis de los trabajadores de Salud
No conformes con las condiciones en las que tienen que laborar la mayoría del personal sanitario, también tienen que enfrentar las agresiones de personas ignorantes, como le sucedió a dos enfermeras la noche del viernes 5 de junio y el lunes 8 de junio, cuando fueron agredidas con palos por mototaxistas y familiares de éstos, por conminarlos a usar el cubrebocas.
De acuerdo a nuestro compañero, corresponsal de DeReporteros, Iván Castillo, el primer caso se dio en un filtro sanitario de la población de Santiaguito Etla, en la región de Valles Centrales, en Oaxaca, donde una enfermera del IMSS llegó a las 20:30 horas y al lugar también llegó un mototaxista y tras invitarlo a usar cubrebocas y acatar las medidas sanitarias, este hombre comenzó a insultarla y a escupirla, por lo que solicitó la presencia de las autoridades.
Sin embargo, el hombre llamó a sus familiares, quienes llegaron armados con palos y siguieron la agresión contra la trabajadora de la salud. La enfermera, con más de 15 años de experiencia resultó golpeada por lo que se retiró del sitio sin interponer ningún tipo de denuncia, por miedo a más agresiones.
La segunda agresión se dio en el filtro de la agencia municipal de Santiaguito Etla, en San Lorenzo Cacaotepec, donde otro mototaxista y su familia agredieron con un palo a una enfermera del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Al igual que en el otro caso, la enfermera se encontraba en el filtro sanitario ubicado en la entrada de la población, acompañada del Comité de Salud, cuando el agresor se violentó cuando la enfermera lo invitó a portar cubrebocas y cumplir con las medidas sanitarias para evitar la propagación del COVID-19.
El mototaxistas y su familia agredieron a la enfermera físicamente con un palo, le generaron lesiones en el cuello y brazo, además de ser amenazada y escupirle en el rostro.
Así, mientras en otros países los médicos y enfermeras han sido objeto de homenajes, atenciones y agradecimientos por su titánica labor para combatir al coronavirus, en México no solo han sido víctimas de agresiones por parte de ciudadanos, sino también de abusos provenientes de las autoridades en clínicas y hospitales.
Fotos: Iván Castillo R. y Archivo
