Las ciudades, en América Latina, se han expandido de manera significativa en las periferias, donde millones de viviendas se han edificado bajo una política económica que privilegia criterios financieros y no sociales, afirmó Alicia Ziccardi, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Explicó que, en consecuencia, la gente reside en inmuebles pequeños y desperdician horas de su vida en los traslados a sus centros laborales o escuelas; además, los altos costos del transporte y servicios básicos afectan el presupuesto familiar.
Resaltó que otro factor en contra es que los espacios públicos y equipamientos no son acordes a las necesidades de niños, jóvenes, adultos mayores y personas con capacidades diferentes.
Expuso que las periferias, donde el suelo es barato, se han destinado a atender las demandas de los sectores de menores ingresos; ahí se producen viviendas «sin ciudad»: muy distantes de la estructura urbana. «Pero no han sido edificadas bajo una política social, sino económica, que privilegia criterios financieros para que los desarrolladores obtengan mayores ganancias».
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