LEÓN, Gto.- Durante la lucha que personal sanitario de España, Italia y China, entre otros países, libraban, leímos historias sobre médicos y enfermeras que se convirtieron en verdaderos héroes, muchos de ellos dejando a sus familias y hasta la vida por salvar a los enfermos, trabajando hombro con hombro con sus compañeros, sin equipo adecuado, pero también sin vedetismos, mezquindad, egoísmo, grillas, con el único objetivo de salvar al mayor número posible de contagiados.
Hasta México nos llegaron esas y muchas más historias conmovedoras, con bastante anticipación, antes de que el virus nos golpeara. Desgraciadamente, algunos integrantes del personal sanitario mexicano no tomó ejemplo de aquellos que antepusieron el juramento hipocrático, a sus familias, a su propia vida.
No, en México son varios los antihéroes, los mezquinos, los mañosos, los tramposos, los egoístas que se dicen médicos, enfermeras o trabajadores de otras áreas, como sucede en el Hospital General de Zona 21 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS),(HGZ21) en León Guanajuato, donde una doctora se amparó para no atender pacientes con Covid-19, otros se incapacitaron como el director del nosocomio, Hipólito Torres, que aunque ya regresó a trabajar, él y el subdirector desde que llegan hasta que termina su turno están encerrados en sus oficinas, mientras el caos reina en el centro sanitario.
Así nos lo confiaron médicos tanto de este hospital como de la clínica T1 del IMSS, también ubicada en León, Guanajuto, donde el compañerismo y solidaridad son escasos, empezando por los directivos «que ni por equivocación se paran en el área Covid. Se la pasan encerrados en sus oficinas y esto ha provocado anarquía total en el hospital».
Otros, que se dicen médicos, son de Medicina Familiar o de otras especialidades, que simplemente no se presentan cuando les toca ingresar al área Covid por miedo a contagiarse, o unos urólogos que dijeron sentirse mal, les hicieron las pruebas pero como tardan de 10 a 14 días en dar los resultados, pues ellos se van de 10 a 14 días a descansar, dejando a sus compañeros luchando solos.
Señalan que este mal ejemplo también cunde en el área de enfermeras, «quienes si se organizaron y solo cubren turnos de tres horas. Las encargadas de ingresos se tardan horas en subir a pacientes contagiados al área y, muchas veces, cuando lo hacen éstos solo llegan a morir».
Y el mal ejemplo se sigue extendiendo, «ahora son los encargados de ropería, los que proporcionan los uniformes especiales para entrar al área Covid, que impusieron ya no subirlos al segundo piso, por lo que los médicos tenemos que bajar al sótano por ellos y dejar una credencia que después ‘pierden’ y esperar hasta que la ‘encuentren’, eso hasta la noche, cuando los médicos salimos agotados después de seis horas corridas atendiendo contagiados».
Aseguran que no cuentan con el apoyo ni del director, ni del Sindicato, «pues están en contubernio y atienden solo sus intereses. Ah, pero no olvidan cobrar las cuotas sindicales a todos, sin defender nuestros derechos, como debería ser su misión».
En el HZ21, al igual que en la clínica T1, que ya están saturadas de enfermos de coronavirus, cada equipo, que está conformado por un médico internista y cinco de otras especialidades (cuando se presentan a apoyar), les toca atender entre 18 y 20 pacientes infectados, pese a que la norma especifica que solo les corresponden seis pacientes.
Pese a la gran carga de trabajo, los verdaderos médicos, los que están en esto por vocación, no se niegan a atender a los pacientes pues consideran que «son los que nos necesitan. El problema es la desorganización que priva en todas las clínicas y hospitales del IMSS, donde los que hacen todavía más pesada la carga son los directivos y el personal que impone sus condiciones, seguros de que el Sindicato los apoya, no sabemos por qué razón, si le dan algún dinero a la delegada o al líder».
Cabe destacar que, de acuerdo al rol que realizaron los directivos de los hospitales, cada equipo que atiende el área Covid lo hace durante una semana, descansan sólo del área 15 días en los que tienen que seguir atendiendo la consulta familiar, hasta que les vuelva tocar que ingresen al coviario.
En cuanto al bono para el personal que atiende pacientes infectados, indicaron que éste asciende a mil 600 pesos, «mismos que los que están en el rol están cobrando a pesar de que muchos no se presenten por miedo, o porque no les da la gana atender a estos enfermos».
Así, mientras la pandemia volvió héroes a muchos médicos y enfermeras, a otros los exhibe como cobardes, mañosos, mentirosos, tramposos, viles. Afortunadamente son los menos, pero eso quedará en su conciencia, si es que la tienen.
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