La alcaldesa Clara Brugada comenzó la entrega de tarjetas para transferir recursos a este sector.
Clara Brugada dio a conocer que mil 500 cuidadoras y cuidadores de personas enfermas, con discapacidad, adultos mayores, niños, niñas y personas totalmente dependientes de otro para realizar sus actividades básicas, contarán con apoyo económico y herramientas en materia emocional para realizar mejor su trabajo.
La alcaldesa de Iztapalapa, informó lo en el marco del Sistema Público de Cuidados de la demarcación, donde destacó que esta Alcaldía es pionera en la Ciudad de México en la implementación del Sistema Público de Cuidados, ordenado en la Constitución Política de la Ciudad de México, y que convierte a la capital en una de las primeras entidades que reconocen el derecho al cuidado y lo establece como una responsabilidad del Estado. En el caso de Iztapalapa es el segundo año que se otorga este apoyo a las personas cuidadoras, preferentemente mujeres.
Brugada Molina indicó que en 2020 se apoya a mil 373 mujeres y 127 hombres, que se dedican a cuidar a otras personas. Destacó que aparte del apoyo económico que recibirá cada uno, lo más importante es visibilizar este trabajo que normalmente se asigna a las mujeres, sin reconocimiento familiar y social alguno, a veces ni del propio dependiente y sin una contraprestación.
“Venimos a hacer visible lo que hoy parece inadvertido, lo que hoy no se reconoce, que es el trabajo tan grande de las personas que se dedican en cuerpo y alma para que otras personas puedan vivir en mejores condiciones” y agregó que “es muy importante que hombres y mujeres asumamos este rol, que nos dividamos el trabajo y haya valoración social de este trabajo que todos los días se hace y no es tomado en cuenta”.
El acto de entrega de apoyos se realizó de forma simbólica con algunos de los beneficiarios reunidos en el auditorio de la Utopía Atzintli. No se convocó a todos para evitar riesgos de contagio, pero a todos se les estarán entregando sus tarjetas a lo largo de esta semana.
Ahí, la alcaldesa estableció que además de la trasferencia de recursos, a estos mil 500 cuidadoras y cuidadores se les otorgan cursos y talleres impartidos por un equipo de psicólogas de la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, cuyo objetivo es darles las herramientas técnicas emocionales para realizar una mejor labor en la que se beneficie a quien recibe los cuidados, pero principalmente para que el cuidador no resulte afectado por esta actividad.
“Quien cuida a adulto mayor o alguna persona con discapacidad requiere herramientas técnicas para evitar que resulte afectada. A veces la persona a la que se cuida no valora ese trabajo y se desquitan por no ser autónomos con quien los atiende y ésta persona es la que más sufre”, por eso la intervención psicológica, que también les ayuda a tomar consciencia de la importancia de su trabajo en la sociedad y de su capacidad transformadora.
La funcionaria convocó a las cuidadoras, a que cuando el semáforo epidemiológico lo permita, acudan a la Utopía Atzintli, donde se encuentra el parque hídrico La Quebradora, que cuenta con instalaciones para “apapachar” a las mujeres, donde puedan recibir masajes y acudir a talleres.
También hay instalaciones para rehabilitación de personas con discapacidad, casa de día para los adultos mayores y equipamiento múltiple para actividades culturales, deportivas, sociales y recreativas para habitantes de todas las edades.
La ceremonia fue atestiguada por la Directora Ejecutiva de Igualdad Sustantiva de la Secretaría de las Mujeres de la Ciudad de México, Yazmín Pérez Haro, quien subrayó que cuidar a alguien es una necesidad cotidiana para el bienestar diario, pero se vuelve una carga cuando hay desequilibrio respecto de quien realiza o como se organizan esas tareas.
Entonces resaltar este trabajo y generar un programa de política pública, un sistema público de cuidados, “como lo están haciendo en Iztapalapa, es un primer paso de reconocimiento de lo fundamental que es esto para la protección social y para reducir la carga de quienes lo hacen; los siguientes pasos serán redistribuir estas responsabilidades entre todos los miembros de la familia, entre la comunidad y el gobierno”.
Fotos: Cortesía