Los familiares y el enfermo ya había recorrido cinco hospitales en CDMX. En el Magdalena de las Salinas ni por humanidad salieron a ver qué le pasaba.
A casi un año de que la pandemia de Cobvid-19 llegó a México, cuando la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum asegura que hay disposición de camas en todos los hospitales, cuando el titular del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, dice que se está atendiendo a todos, la cruda realidad los desmiente al ver cómo enfermos están muriendo a las puertas de nosocomios, donde el personal ni por humanidad los reciben.
Así sucedió la noche de este martes a las puertas del Hospital Magdalena de las Salinas del IMSS, hasta donde una familia llevó a su enfermo, después de recorrer cinco hospitales, solicitando atención médica en el área de urgencias, pero nadie abrió la puerta, el personal solo observaba desde dentro cómo las personas hacían esfuerzos supremos por mantenerlo con vida.
Desgraciadamente, y sin que nadie del hospital recordara su juramento hipocrático y mucho menos se compadeciera de esa familia, el hombre murió ahí, tirado en el piso, y ni así abrieron las puertas del nosocomio, solo permanecieron como testigos mudos. A decir de los familiares, el hombre padecía problemas renales.
Es en estos casos que los derechohabientes del IMSS se pregunta, ¿para esto les descuentan cuotas?, ¿esta es la «atención» que merecen aquellos que durante años han pagado puntualmente sus cuotas a la institución? ¿esta es la estrategia del Gobierno para depurar a la población?
Nunca, en los tiempos del «neoliberalismo», las personas fueron tratadas así en las instituciones administradas por el Gobierno federal, pues al menos las ingresaban y no las dejaban morir en la calle, pero estamos en el gobierno de la Cuarta Transformación, donde la vida de los mexicanos que no significan votos, no vale nada.


