Al parecer, problemas económicos de su familia le impidieron continuar en la preparatoria.
La mañana del pasado 22 de febrero, Hally Monserrat Pérez Saucedo, de 15 años de edad, salió de su domicilio en Tlalnepanta, Estado de México, y fue la última vez que la vieron sus padres. Pasaron ocho días sin saber nada de ella, a pesar de que se activó la cédula Odisea, hasta este martes en que los padres de la joven recibieron la llamada que no querían.
El mismo 22 de febrero, nos enteramos que dos personas se habían aventado a los vías del Metro y murieron; una de ellas era Hally, pero sus padres no se enteraron en ese momento pues estaban preocupados porque su niña no había regresado a casa.
Ese mismo día, 22 de febrero, autoridades de Tlalnepantla activaron la búsqueda de la menor y realizaron recorridos por lugares frecuentes de la zona. Además, se dio inicio a la carpeta de investigación, por lo que se generó la cédula Odisea, la cual se difundió en Redes Sociales.
Los restos de Hally permanecieron ocho días en calidad de desconocida, en el Instituto de Ciencias Forenses de la Ciudad de México (Incifo) y fue hasta este martes cuando la mamá de Hally recibió una llamada telefónica, en la cual le informaron sobre la posible localización de un cuerpo con las características de su hija, por lo que acudieron al Incifo, en la Colonia Doctores, Alcaldía Cuauhtémoc, donde reconoció el cuerpo de Hally.
De acuerdo a información que se difundió, Hally era integrante de los Scouts Grupo 23 Xolot, quienes difundieron la alerta en redes sociales, al igual que sus familiares.
