Metropoli

Héctor dejó pendientes los XV años de su hija; es una de las miles de personas perdidas en CDMX

Salió a comprar el seguro de su carro y nunca regresó a casa, y la unidad hasta ahora no aparece.

Hace dos años, la vida le sonreía a la familia Acevedo, el esposo. Héctor Javier Acevedo. tenia un negocio que le daba para vivir, tenia su casa, auto y una hermosa familia, para quienes trabajaba, hasta que el 1 de junio de 2018 salió a realizar un trámite, y es como si se lo hubiera tragado la tierra.

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Así lo narra su esposa, Alba Jacaranda Escalante Cervantes, quien ha gastado estos tres años de su vida en buscar al hombre a quien juró amor eterno ante la presencia del señor, en la salud y la enfermedad.

Ante un altar que ha conformado con fotos de su esposo, donde resalta aquella imagen de su boda, Alba recuerda que ese día su esposo se levantó temprano hizo algunas actividades, más tarde el primo de la esposa, José Carlos Cervantes Servín, le llamó para citarlo en Indios Verdes; le ayudaría para comprar un seguro para su camioneta, una Golf Sport, roja, con matricula de circulación 669-ZVL.

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Como únicamente iba y regresaba, vistió un pantalón de mezclilla azul marino, tenis y una playera negra con un bulldog estampado al frente.

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La cita era en el paradero Indios Verdes, por lo que alrededor de las 14:00 horas salió de su casa, en la alcaldía Magdalena Contreras, apenas le dio tiempo de despedir a su hija que iba a la secundaria, a la esposa le dijo -No tardo, voy a ver a tu primo.

Se trataba de unas cuantas horas entre lo que arreglaba el trámite y volvía, pero pasaron las horas y no volvió.

Jacaranda le envió mensajes por WhatsApp, le llamó al celular, pero no obtuvo respuesta, cosa rara, porque siempre contestaba o regresaba la llamada a su esposa.

Pasadas las horas iniciaron una exhaustiva búsqueda, empezaron por el familiar José Carlos, pero el aseguró que se habían reunido apenas unos minutos en el anden K del paradero Indios Verdes, y luego se despidieron, en ese lugar al norte de la Ciudad de México.

Ante la desaparición, la esposa acudió a las autoridades que abrieron una carpeta de investigación por desaparición de persona y emitieron sendas fichas de búsqueda tanto en la Ciudad de México como en la entidad mexiquense, pero pasaron los días, las semanas, meses y estos se hicieron años, sin que tuvieron alguna noticia de su paradero.

Debido a que el primo fue quien lo habría visto por última vez, debía presentarse a declarar pero no llegó, luego desapareció por meses, hasta que lo ubicaron en el municipio de Zumpango. Él es pieza clave en esta búsqueda, más la autoridad del Estado de México ni la capitalina han logrado llevarlo a declarar.

El reporte de la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de México describe a Héctor Javier Acevedo como un hombre de 41 años de edad, complexión delgada, moreno claro, frente amplia, boca mediana, cejas pobladas, cara redonda, labios regulares, mentón redondo. Además, como señas particulares lo reconocerían por una cicatriz en la mano derecha y un lunar en la espalda baja.

Con estos detalles y las fotos, la esposa deambula entre autoridades, asociaciones, medios de comunicación y toda persona que quiera escucharla para lanzar un mensaje de auxilio, a fin de tener noticias de su esposo.

Lo primero fue pegar la cédula de búsqueda, tanto en el paradero como en calles de la colonia donde vivía, luego extendió su trabajo detectivesco a Ministerios Públicos, penales tanto de la capital como del Estado de México, hospitales y como último recurso al Instituto de Ciencias Forenses, pero es como si la tierra se lo hubiera tragado.

Hoy, casi cumple tres años en los que ella ha tenido que buscar un trabajo para salir adelante, aunque reza todos los días para que se haga un milagro que le regrese a su esposo, y esos días cuando la vida la sonreía.

Su hija, entonces estaba a punto de cumplir quince años y en esta pérdida se convirtió en una víctima colateral; no tuvo fiesta de XV años, el destino le robó a su padre y este festejo, por lo que ambas llaman a quien pudiera haber visto a Héctor Javier Acevedo, aquella tarde del primero de junio de 2018, en el andén K de Indios Verdes, donde asegura el primo, se vieron antes que él desapareciera.

Fotos: Especial

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