La violencia que emana de Palacio Nacional desde hace dos años, se recrudece en este proceso electoral donde no sólo han asesinado candidatos de todos los partidos políticos, sino también candidatos y brigadistas de MORENA, el partido en el poder, boicotean actos proselitistas de sus contrincantes, mientras los promotores del voto insultan a ciudadanos que no simpatizan con sus propuestas, o les reclaman alguna violación a la ley electoral.
Este miércoles, Juan Francisco Aguilar, presidente del Partido Acción Nacional (PAN) en San Luis Potosí, difundió una fotografía en la que se observa a María Aracely Abundis Solano, candidata a regidora de Tamasopo, con el rostro y la ropa ensangrentados debido a que al estar en una reunión junto al candidato a la alcaldía Ulises Martínez Torres, fue agredida por un sujeto en varias ocasiones.
Mientras que en redes sociales se difundió un video, grabado en calles de la alcaldía Miguel Hidalgo, en la Ciudad de México, donde brigadistas del ex alcalde y hoy aspirante a reelegirse en el cargo, Víctor Hugo Romo, insultan y amenazan a una ciudadana que los graba mientras quitan propaganda de otros candidatos para colocar la de su patrón. Tan violentos como la mayoría de militantes de Morena, contra quienes no piensan como ellos, contra quienes les señalan que actúan contra la ley.
Hace algunos días, la actriz Laisha Wilkins también fue agredida físicamente por un brigadista el equipo de campaña de Dolores Padierna, quien pretende ahora regresar a “administrar” la alcaldía Cuauhtémoc. La única respuesta de Padierna Luna fue que esa persona no pertenece a su equipo y que apoyaría a Wilkins a presentar la denuncia correspondiente. Hasta ahí llegó el penoso asunto.
Y mientras el presidente López Obrador denuncia a candidatos de otros partidos de lucrar con la entrega de recompensas a cambio del voto, los candidatos de su partido hacen lo mismo y peor, como la candidata de Morena a la gubernatura de Baja California, quien fue exhibida en un video difundido a través de redes sociales haciendo campaña abusando de la necesidad de la gente.
La aspirante a la gubernatura de Baja California, les pide credencial del INE, a cambio de una despensa, mientras hacen fila para la vacuna contra Covid-19.
Igual que Inocencio Rodríguez López, servidor de la nación y coordinador de campaña en el municipio de San Ciro de Acosta, San Luis Potosí, que, al puro estilo e Mario Delgado, líder nacional de Morena, busca engañar a la gente diciéndoles que si gana la oposición les quitarán los apoyos.
Mientras que en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, habitantes de la comunidad de Los Llanos retuvieron por más de ocho horas a Juan Salvador Camacho Velasco, candidato de Morena a la alcaldía de San Cristóbal de las Casas, molestos, aseguran, por la falta de cumplimiento de promesas cuando buscó el voto para diputado.
Camacho Velasco es hijo del fallecido Manuel Camacho Solís y primo del senador Manuel Velasco Coello, estaba de visita en la comunidad indígena que se ubica a 20 kilómetros de San Cristóbal de las Casas, donde los pobladores le reclamaron la construcción de una obra.
Por ello, los pobladores lo amagaron con lincharlo, le quitaron los zapatos, los lentes y lo jalonearon hasta llevarlo hasta un predio donde una cuerda pendía de un árbol y la ataron a su cuello, con la amenaza de colgarlo. Se supo que podo después lo soltaron a cambio de 300 mil pesos.
Sin duda estas son las elecciones más violentas y sucias que hayamos vivido y, peor aún, protagonizadas por los que cuando eran oposición se la pasaban acusando a los otros de estos delitos. Es más, en cuanto López Obrador llegó al poder, ordenó al Congreso de la Unión, legislar para que la compra de votos sea un delito, cuando ellos ahora lo hacen vía los programas sociales y, obvio, no se les aplicará la ley como a los contendientes de otros partidos oposición.
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