Este jueves, el periodista Jacinto Romero Flores pasó a ser el comunicador número 46 asesinado en lo que va del sexenio de la Cuarta Transformación; en un país donde el periodismo ha sido estigmatizado, difamado y amenazado no sólo por el narco, sino también por el Gobierno de México.
Apenas este miércoles, Jacinto había celebrado su cumpleaños número 60, y hoy lo velan luego de que sicarios lo rociaron de balas cuando circulaba en su automóvil.
Este reprobable hecho de sangre, ocurrió la mañana de este jueves cuando circulaba en su automóvil en el municipio de Ixtaczoquitán, Veracruz, entidad que ya no gobierna ni Javier Duarte ni el PRI, a quien durante el sexenio pasado acusaban de estar asesinando periodistas.
Su hijo, Germán Romero, declaró a la prensa que el periodista y locutor se había desviado de su camino habitual para ayudar a una persona, como parte de las acciones sociales que acostumbrara practicar, cuando fue interceptado por los asesinos.
Aseguró que Jacinto ya había recibido y denunciado amenazas en su contra, por su ejercicio periodístico, y afirmó que “él no estaba metido en problemas porque era un luchador social”, por lo que exige justicia para su padre y pide “no dar carpetazo”.
“Este caso no puede quedar impune. Hoy yo, su hijo, estoy pidiendo justicia y quiero que tanto el Gobierno del estado como la Presidencia de la República lo respalden”, comentó.
Fotos: Especial