DE REPORTEROS

¿Por qué despedimos olores?

Miguel Ángel Méndez Rojas

@nanoprofe

¿Te ha pasado que hay personas que tienen un fuerte y muy peculiar olor corporal? ¿Es un problema de higiene, de salud o simplemente algo normal y natural? Tal vez tu mismo hueles, aunque no lo notes… ¡pero los demás si!

Hablemos de la química del olor corporal.

Al entrar al cuarto del abuelo hay un aroma muy peculiar (no son las galletas guardadas ni el perfume preferido).

A partir de los 30 a 40 años, las personas producen 2-nonelal, un aldehído insaturado e incoloro, también presente en la cerveza, responsable del «olor a viejo».

Este aroma es generado en las glándulas sudoríparas de la piel por la oxidación de ácido lipídico generado por las glándulas sebáceas. En la juventud ésto es inhibido por los antioxidantes naturales del cuerpo, pero se va perdiendo esta capacidad con la edad.

Otro aroma común es el de la axila. Las bacterias que ahí habitan convierten el sudor (inodoro) en moléculas como el ácido 3-metil-2-hexenoico (olor a cabra), ácido 3-hidroxi-3-metilhexanoico (olor a comino), 3-metil-3-sulfanilhexan-1-ol (olor a cebolla o frutal, depende del enantiómero).

Luego de un largo día, llegas a casa y te retiras los zapatos y los calcetines. Otro ambiente agradable (húmedo, oscuro) para las bacterias que producen metanotiol (ajo, azufre), ácido propanóico (queso rancio) y ácido isovalérico (queso fermentado).

Encerrado en el elevador con otras 10 personas, ese aire que escapa a tus entrañas dice mucho sobre tu alimentación y procesos digestivos. Además de sulfuro de hidrógeno, metanotiol y dimetilsulfuro, hay metano y otros gases volátiles que dependerán de lo que comiste y de tu salud.

El mal aliento o halitosis también es producto de las bacterias que colonizan nuestra boca. Compuestos volátiles de azufre (H2S, metilmercaptano, dimetilsulfuro), son responsables del olor a ajo, cebolla o col podrida, detectables hasta en 0.00047 partes por millón.

También puedes tener aliento de café -por el 3-mercapto-3-metilbutilformato-; a ajo -por el alilmetil sulfuro- o a pescado, por los procesos de degradación y descomposición de proteínas que generan cadaverina y putrescina, para las que no creo necesites una descripción sensorial.

Convivir con personas de otras culturas, con alimentación distinta -por ejemplo, que usan muchas especias aromáticas-, sin duda también es una muestra de cómo el olor corporal puede ser muy variado, dependiendo de lo que comemos e incluso de nuestros estados de salud y emocional.

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