En noviembre de 2020, cuando el CIDE todavía era una institución respetable y libre, publicó esta investigación que hoy les compartimos:
Los lazos de cooperación binacional entre México y Estados Unidos para enfrentar la producción, tráfico y consumo de drogas en el mundo se remontan a tiempos históricos, pero un periodo relevante sucede tras el nacimiento de la Administración de Control de Drogas (DEA) en 1973; sus acciones, tanto en territorio americano como mexicano, iban desde lo legal hasta lo ilegal.
Así lo documentó el doctor Carlos Pérez- Ricart, Profesor Investigador Titular de la División de Estudios Internacionales (DEI) del CIDE (en 2020), quien realizó la investigación “Taking the War on Drugs Down South: The Drug Enforcement Administration in Mexico (1973–1980)”, donde examina el alcance operativo de la DEA en México entre 1973 y 1980.
El objetivo de la investigación fue indagar y examinar el papel de la DEA en nuestro país, tomando en cuenta la forma en que las autoridades mexicanas planificaron y ejecutaron las políticas antidrogas. La hipótesis que se trabajó fue que las operaciones de la DEA en el país estaban limitadas por la política exterior estadounidense y la dinámica de política interna mexicana.
“El artículo académico ofrece una interpretación sistemática sobre las actividades legales e ilegales de agentes de la DEA en México. Es una investigación que trata de desmitificar el papel de este organismo y las acciones de los Estados Unidos en la política antidrogas de México en el contexto contemporáneo”, comentó el doctor Carlos Pérez-Ricart.
La información recabada para la construcción de la investigación se basa en fuentes primarias encontradas en archivos de México y Estados Unidos. Se indaga en cables, cartas, informes de inteligencia y memorandos internos producidos por funcionarios de la DEA. Estos archivos se desclasificaron recientemente.
“Al examinar y entender a la DEA junto con la política antidrogas en ese periodo, podemos inferir cómo es ahora, con la ventaja de que tenemos fuentes primarias que no se tienen para la actualidad. A partir del pasado podemos entender el presente”, explicó el doctor Pérez-Ricart.
Las actividades del organismo norteamericano en México eran tres: ayudar al gobierno mexicano a erradicar cultivos de amapola y marihuana, ya sea con apoyo logístico o personalmente; la detención de traficantes de droga, ya que ello impedía el tráfico de narcóticos a los Estados Unidos; y profesionalizar y entrenar a policías mexicanos para que ellos mismos desarrollaran técnicas y habilidades de políticas de narcóticos.
Dinámica de la DEA en México
Algunos de los hallazgos de la investigación indican que la DEA tenía un papel clave en la configuración y funcionamiento de las campañas de erradicación mexicanas, pero las operaciones de la agencia norteamericana estaban limitadas por dos factores clave que se trabajaron en la hipótesis: la política exterior de Estados Unidos y México.
El doctor Pérez-Ricart también encontró que los agentes de la DEA influyeron de manera determinante en la forma en que el gobierno de México planeó, ejecutó y evaluó políticas punitivas durante el periodo analizado, como la política de erradicación de cultivos en el triángulo dorado entre Sinaloa, Chihuahua y Durango.
Además, el investigador explicó que, contrario a lo que se suele pensar, el gobierno mexicano no se limitó a recibir órdenes de la DEA y sus agentes; por el contrario, tuvo un amplio margen de maniobra para resistir las presiones de los Estados Unidos.
Carlos Pérez-Ricart es Doctor en Ciencias Políticas por la Universidad Libre de Berlín, donde obtuvo el premio Magna Cum Laude. En la misma institución fue profesor y ayudante de investigación en el Instituto de Estudios Latinoamericanos. Tuvo una estancia posdoctoral en la Facultad de Historia y Centro Latinoamericano, en la Universidad de Oxford, Reino Unido.
Foto: CIDE