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Un llamado a terminar con discusiones estériles y defensa de posiciones radicales en el Congreso, exhortó Mónica Fernández

Esto, en un Punto de Acuerdo presentado, y que fue aprobado por unanimidad por el Congreso de la Ciudad de México.

Un llamado a diputadas y diputados locales para terminar durante las sesiones con las discusiones estériles, la defensa de posiciones radicales e inclusive con palabras soeces y contacto físico violento, que están provocando una parálisis en el Congreso de la CDMX en perjuicio del interés ciudadano y la productividad social, hizo la vicecoordinadora del Grupo Parlamentario del PRI, Mónica Fernández César.

En un Punto de Acuerdo presentado, y que fue aprobado por unanimidad por el Congreso de la Ciudad de México, la legisladora advirtió que se está generando un efecto multiplicador de violencia con estas actitudes en el Pleno, que llenan de polarización no solamente en el Recinto, sino en los medios electrónicos y redes entre ciudadanos.

Recordó que, en sesiones recientes, se ha acrecentado invariablemente y con fundamentos poco claros o parciales, la generación de discusiones alrededor de quién debe o no, catalogar lo que significa violencia de género, violencia política y violencia política en razón de género, además de que se acuse, a veces sin sustento o motivación suficiente, con señalamientos de discriminación entre pares o cualquier persona que se menciona en los temas.

Además, subrayó, el debate se ha confundido con la defensa a ultranza de posiciones radicales y se manifiestan posiciones polarizadas que llevan a la falta de respeto entre las personas que estamos en el recinto legislativo.

Este clima, abundó Fernández César, ha provocado que se prolonguen las participaciones y sobre todo las votaciones sin lograr consensos ni objetividad en la discusión; que se desechen sin participación ni debate propuestas de la oposición; que se señalen verdades a medias o posturas con verdades absolutas sobre las diversas acepciones de violencia, lo que genera interpretaciones que confunden y socavan las discusiones.

Subrayó que no debemos seguir justificando la discusión con posiciones particulares o interpretaciones de violencia que generan una falsa victimización entre diputadas y diputados y, sobre todo, que de ninguna manera se debe permitir que el encono y la violencia sigan deteniendo las sesiones del trabajo parlamentario y las sigan transformando en la atracción de cámaras para algunas y algunos, cuando el recinto es para exponer las causas ciudadanas, no personales.

La diputada mencionó que ha sido evidente el manejo parcial de la información y la utilización tendenciosa del marco legal en torno al derecho de la mujer a una vida libre de violencia y en relación con la prevención de la violencia política de género, por parte de diputadas y diputados de todas las representaciones existentes en el Congreso.

Por ello, propuso en el Punto de Acuerdo aprobado por el Pleno, que se implementen cursos especializados sobre los temas que generan esta polarización y para que cada persona legisladora conozca, pero más importante, comprenda los alcances de las definiciones, conceptos y acepciones de los términos de prevención social de las violencias, del papel de la mujer y su derecho a una vida libre de violencia.

El Punto propone que el Comité de Administración y Capacitación del Congreso de la Ciudad de México formalice las acciones correspondientes para que se impartan cursos de capacitación en materia de prevención social de las violencias, mismos que incluya nociones sobre el papel de la mujer y su derecho a una vida libre de violencia; y, especialmente, una revisión profunda sobre la violencia política de género, a todas las personas legisladoras del Congreso local.

En la foto: Diputada Mónica Fernández César

Foto: Cortesía

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