El 2 de mayo de 2020, el malviviendo habría asesinado al adolescente para robarle sus tenias nuevos, que su papá le había comprado.
ECATEPEC, EdoMéx.- Por unos tenis nuevos, que su papá le había comprado con muchos sacrificios, Nico fue asesinado por un malviviente que, “gracias” a la negligencia de una juez que desestimó las pruebas, ya está en libertad.
Dos años duró el proceso contra Manuel Alejandro “N” alias “El Orejas”, proceso que, aseguran los familiares del adolescente, estuvo lleno de irregularidades y la juez, de quien solo saben que se llama Marina Edith, decidió dejarlo en libertad con el argumento de falta de pruebas.
Nicolás tenía 13 años de edad y se dedicaba a la venta de globos los fines de semana, como sus papás, para apoyar en la economía familiar. Cursaba el segundo año de secundaria, pero el 2 de mayo de 2020 el malviviente lo asesinó.
El día de los hechos, 2 de mayo de 2020, Nico salió de su hogar cerca de las 20:30 horas, para dirigirse a la casa de su abuelita para mostrarle los tenis que le había comprado su papá. La casa de la abuelita está en la misma colonia Ciudad Cuauhtémoc, en el municipio de Ecatepec, a la que nunca llegó porque en el camino fue interceptado por su asesino.
Su hermana, María Fernanda, narró que, “mi abuelita vive cerca, solo fue a mostrarle sus tenis nuevos que le habían comprado, pero media hora después, al marcarle a la abuelita, nos dijo que Nico quien se había llevado el único juego de llaves de su hogar, no había llegado a su casa”.
Recordó que, en cuanto supieron que Nico no había llegado a la casa de la abuelita, comenzaron la búsqueda del menor, pero sin éxito por lo que emprendieron una campaña a través de redes sociales, con la esperanza de localizarlo.
Fueron dos días interminables para la familia, que no descansó ni un minuto en la búsqueda de Nico. El 4 de mayo de 2020, llegó la terrible noticia de que habían localizado el cuerpo del menor, en un terreno baldío ubicado en la colonia Lomas de Tecámac.
Afortunadamente, las investigaciones continuaron hasta dar con el o los responsables del aberrante crimen. El 9 de mayo de 2020, de acuerdo a información oficial del ayuntamiento de Ecatepec, se dio a conocer que Manuel Alejandro “N” alias “El Orejas”, había sido detenido por narcomenudeo y luego de ello se cumplimento la orden de aprehensión, por su presunta participación en el homicidio cometido contra Nico.
De acuerdo a las autoridades, el presunto homicida, persiguió a Nico hasta interceptarlo, y que posteriormente lo habría asfixiado para despojarlo de sus tenis nuevos, que ese mismo día le había comprado su papá.
Después, abandonó el cadáver en la comunidad de Tecámac límites con Ecatepec, a unas calles de su domicilio.
Manuel Alejandro «N» presunto culpable del crimen, fue trasladado al Penal de Chiconautla, por su probable participación en el delito de homicidio en agravio del menor, ya que en el lugar donde dormía localizaron los tenis de Nico.
Pero como la justicia a veces no llega para todos, “tras un proceso lleno de irregularidades y una investigación negligente, la juez no tomó en consideración las pruebas fundamentales para poder sentenciar al asesino”, dijo María Fernanda.
Esas pruebas fundamentales, dijo, son la posesión de los tenis que El Orejas tenía en su poder, además de que no permitieron la declaración de una de las hermanas de Nico, por ser menor de edad, y quien sabía el pánico que el menor le tenía a El Orejas, quien continuamente lo molestaba, perseguía y le pedía dinero.
Enfatizó, “debido a que la testigo clave, que el 9 de mayo del 2020 declaró y lo señaló como el criminal que le quitó la vida a Nico, ya no se presentó a, porque se esfumó, el pasado martes, después de dos años de proceso, la juez Marina Edith decidió dejarlo en libertad con el argumento de falta de pruebas”.
Noticia que, reafirmó María Fernanda, causó la indignación de toda su familia, al darse cuenta la injusticia que se cometió por dejar en libertad a «El Orejas», el hombre que arteramente le arrebató la vida a su hermano Nico, por el que exigen justicia y lucharán por la apelación, para que el crimen de odio no quede impune (el menor se consideraba gay).
Foto: Especial
