México

CONABIO, otra institución en vías de extinción en manos de la 4T

El doctor Sarukhán presentó tres propuestas, pero la titular de Semarnat las ignoró y designó a quien atendía la Unidad Coordinadora de Participación Social y Transparencia.

Después de 30 años de estar al frente de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), el doctor José Sarukhán es sustituido, por instrucciones de la titular de Semarnat, maría Luisa Albores.

A través de una carta, el investigador y ex rector de la UNAM, explicó a sus colaboradores que sostuvo, después de muchas semanas de espera, una reunión con la titular de la Secretaría de Medio ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), María Luis Albores, para presentarle tres perfiles con amplia experiencia para asumir el cargo de la Secretaría Ejecutiva de Conabio. 

Sin embargo, sus propuestas no fueron tomadas en cuenta, ya que este jueves tomó el puesto Daniel Quezada, quien se había desempeñado al frente de la Unidad Coordinadora de Participación Social y Transparencia de la Semarnat.

El doctor José Sarukhán había propuesto, al doctor Miguel Equihua Zamora, al doctor Daniel Piñero Dalmau, y al Ingeniero Raúl Jiménez Rosenberg, investigadores con amplia experiencia y conocimientos para el cargo, pero la secretaria prefirió 90 por ciento de lealtad y 10 por ciento de conocimientos.

A continuación reproducimos íntegra la carta delñ doctor Sarukhán:

FIN DE CICLO

CONABIO ha llegado a su tercera década de vida, cumpliendo su misión de producir información pertinente y confiable para el país acerca de la riqueza de su biodiversidad y de generar las herramientas y los mecanismos apropiados para lograr la protección, conservación y manejo sustentable de tal riqueza, que es un patrimonio de México. 

El valor y la credibilidad de la información producida por la CONABIO se ha construido con el empeño y cuidadoso trabajo- a lo largo de treinta años- de un excelente equipo de personal joven que ha utilizado la información básica provista por una gran parte de la comunidad académica del país, al tiempo que se ha capacitado y adquirido mayor experiencia.  Con ello, CONABIO ha construido, metódicamente, el cúmulo de información ahora disponible para ser usada -gratuitamente- por todos los sectores de la sociedad.  El Sistema Nacional de Información sobre la Biodiversidad (SNIB) es la base más grande del mundo, desarrollada para un país, con casi 25 millones de especímenes en su gran mayoría georreferenciados.

En adición a la difusión del conocimiento técnico y científico a la sociedad, se ha logrado que la población contribuya, de manera ordenada y organizada, al incremento de nuestro conocimiento sobre la biodiversidad mexicana, debido a que  este conocimiento científico ha sido “traducido” en los últimos doce años a un lenguaje llano, atractivo y accesible para todos los niveles de la sociedad mexicana, con el propósito de que incorporen a su cultura la valoración de este componente que es fundamental para el bienestar social. En la actualidad, cerca de 159 mil personas -de todas las edades- proveen permanentemente nueva información sobre la diversidad de especies que viven en nuestro país. Al lograr lo anterior, CONABIO ha sido reconocida, por diversos organismos internacionales y académicos, como una institución ejemplar en el servicio a México por la información fundamental que aporta para conocer, conservar y utilizar sustentablemente sus ecosistemas, con lo que es un referente mundial para las instituciones de su tipo.

El ciclo que ahora se cierra no es -ciertamente- el de la CONABIO, la cual confío  que seguirá contribuyendo, como organismo del gobierno mexicano, con la mejor información existente acerca de la biodiversidad de México y con nuevas herramientas que ayuden a aquellos funcionarios responsables de cuidar y utilizar sustentablemente el patrimonio natural de nuestra Nación, para que las generaciones del futuro inmediato del país puedan vivir en un ambiente sano y diverso, como es su derecho, y recibir los servicios ecosistémicos que ese entorno les proporcionará. La sociedad y el Gobierno, particularmente las instituciones que forman su Comisión Intersecretarial, tienen en CONABIO un gran activo para diseñar y aplicar las políticas de conservación y uso sustentable de nuestra diversidad biológica, basándose en el mejor conocimiento e información disponibles.

Es mi ciclo, al frente de la Comisión, el que termina después de haber estado involucrado en ella desde su concepción, en 1991, y seguir su progreso en los primeros dieciocho años de vida en mi responsabilidad como Coordinador Nacional ad honorem. En 2010 me hice cargo directamente de dirigir la vida diaria de la Comisión, hasta ahora en que el nombramiento como Coordinador Nacional ha llegado a su fin. 

Para este fin, en una reunión que sostuve con la titular de la SEMARNAT después de muchas semanas de espera, le expliqué que el nombramiento del Secretario Ejecutivo le correspondía a ella hacerlo a sugerencia del Coordinador Nacional; la Secretaria Albores aceptó gustosa el proceso y yo le proporcioné una lista de tres nombres: Dr. Miguel Equihua Zamora, Dr. Daniel Piñero Dalmau, y el Ing. Raúl Jiménez Rosenberg, todos ellos con  amplia experiencia previa de trabajo en la CONABIO y conocedores cabales de la Comisión, para asumir  las responsabilidad de su conducción para que continúe con su misión de servir a México ofreciendo a los funcionarios cuya misión de conservar y utilizar sustentablemente el patrimonio natural del país, la información científica más confiable y las herramientas para el diseño de las políticas públicas pertinentes, así como continuar con la tarea de inculcar en la cultura de la ciudadanía una cada vez más adecuada  valoración de la  Naturaleza.

El día de hoy (jueves 25 de Agosto) se presentó el Dr. Daniel Quezada Daniel, con un nombramiento de Secretario Ejecutivo de la CONABIO firmado por la Secretaria Albores.

En mi vida profesional la mayor satisfacción personal ha sido servir a mi país, además de mi trabajo académico como investigador, en la Rectoría de la UNAM y en esta institución que constituye la inteligencia de la biodiversidad mexicana al servicio de la población nacional y de la conservación del patrimonio natural. 

A todos quienes han acompañado a esta institución durante las tres décadas, actores de dentro y fuera, mi profundo agradecimiento y mi solicitud de mantener el espíritu que nos llevó al punto al que ha llegado CONABIO con la credibilidad y prestigio nacional y mundial que ha alcanzado. 

Me reintegro al Instituto de Ecología de la UNAM con mi puesto de investigador.

José Sarukhán Kermez.

Foto: Archivo

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