DE REPORTEROS

Neuropsicóloga de la IBERO indica cómo sobrevivir a las redes sociales

Se dice que todo exceso es malo, y las redes sociales no escapan a esta máxima, pues su uso exacerbado puede afectar a las personas en la construcción que hacen de su mundo y de su realidad.

Por ejemplo, si en la virtualidad una persona desconocida adjetiva a otra, puede hacerle creer a ésta ser eso que le dijo en un posteo, a pesar de que ese calificativo no le corresponda, pero como se lo dijo alguien más, piensa que es real.

Es así que la retroalimentación de un desconocido/a, vertida en las redes sociales, afecta la auto-construcción de algunas personas, incluso hasta el grado de definir quiénes son, explicó la neuropsicóloga y terapeuta existencial Liat Fridman Lemor.

Los comentarios negativos pueden dañar la salud mental de la gente, sobre todo adolescentes, para quienes la pertenencia a grupos es tan importante, y quienes al recibir una mala opinión sienten que ésta les resta puntos en su aceptación social y reputación que se están tratando de crear.

En ese ambiente, ¿es posible blindar la salud mental de la gente contra mensajes negativos, de odio, que descalifican, difaman o calumnian? Fridman, académica de la Licenciatura en Psicología de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, señala que sí.

Lo primero es, en el plano tecnológico, desactivar los comentarios. Lo segundo, considerar que ese tipo de comentarios proceden de personas desconocidas o que ven las cosas desde un punto de vista determinado que no representa la realidad ni la verdad. “Respirar, conectar con ellos mismos, con todo su valor, les blindaría de esos malos comentarios”.

Además, se debe entender que detrás de las redes sociales no siempre hay buenas intenciones, que son un instrumento de comunicación e información y que “nosotros no debemos ser manipulados por los algoritmos”, abundó la maestra.

“Sobreviviendo a las redes sociales: cómo usar las redes sociales en favor de nuestra salud mental”, fue el tema de la ponencia que Liat Fridman dictó como parte de las actividades que el Departamento de Piscología de la IBERO organizó para conmemorar el Día Mundial de la Salud Mental.

Foto: Archivo (Ilustrativa)

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