La situación de violencia que vive México rebasó límites, sin que hasta ahora autoridad alguna tenga un plan o quiera poner alto a las masacres, secuestros, desapariciones, extorsiones, robos, atentados.
La noche de este jueves, cuando el periodista Ciro Gómez Leyva se encontraba a pocos metros de su domicilio, fue víctima de intento de asesinato al ser baleado por sujetos que viajaban en motocicleta; el blindaje con el que cuenta su camioneta, evitó que los sicarios cumplieran con el “encargo”.
El vehículo muestra que esto no fue un “primer llamado”, sino la clara intención de ejecutarlo ese día, en ese lugar, toda vez que los impactos están directamente en el cristal del lado del conductor, uno más de frente, en el parabrisas.
Poco después de sufrir el ataque, Gómez Leyva posteó en su cuenta personal de Twitter: “A las 11:10 pm a 200 metros de mi casa dos personas en una motocicleta me dispararon, al parecer con la clara intención de matarme. Me salvó el blindaje de mi camioneta que yo manejaba y he enterado del asunto a las autoridades”.
Esta mañana, antes de iniciar su noticiero matutino, Gómez Leyva compartió: «Venía un coche delante de mí muy lento. En ese momento escuché dos disparos en seco. Volteo y veo a una persona disparándome desde una motocicleta”.
Los constantes ataques a periodistas y medios de comunicación, que el presidente y sus serviles funcionarios tienen orquestados, etiquetando a representantes de la prensa como “enemigos de la 4T”, calan hondo en sus simpatizantes, seguidores y beneficiarios, sembrando odio en éstos y motivándolos al ataque constante contra comunicadores que solo cumplen con su trabajo, mantener a su audiencia informada sobre el acontecer real en nuestro país.
Aquí no entra la palabra “reconciliación”, porque la ruptura al respeto hacia los demás viene desde el poder, no de los ciudadanos de a pie. Es necesario que alguien ponga un alto al clima de agresiones, amenazas, ataques, violencia contra quienes ejercer el derecho a la libre expresión, y también a mexicanos que piensan diferente.
Fotos: Especial