DE REPORTEROS

Especial Emergencia Climática. Úrsula Oswald Spring: desplazados por el clima extremo

Por Laura García J., Ciencia UNAM-DGDC

Si hay algo en común entre el pasado de Úrsula Oswald Spring y su línea de investigación es la migración. Nacida al término de la Segunda Guerra Mundial en un pueblito entre Alemania, Austria y Suiza, la futura investigadora pasó una infancia sumamente complicada, pues desde muy pequeña tuvo que abandonar su país para mudarse a África junto a sus abuelos.

Poseedora de un espíritu aventurero, Úrsula no sólo adoptó ese continente como suyo, sino que además encontró el amor junto a un joven. Desgraciadamente, el conflicto civil en Burundi hizo que su esposo perdiera la vida y que ella huyera a Madagascar, país donde a pesar del dolor logró terminar exitosamente sus estudios en Medicina.

A partir de entonces,  la investigadora ha dedicado su vida profesional a estudiar diferentes áreas de conocimiento desde psicología, filosofía, lenguas, computación, antropología hasta ecología, estudios que la han llevado a ser reconocida como:

Presidenta de la Asociación Internacional de la Paz y Secretaria General del Consejo Latinoamericano de Investigación para la Paz, la  primera Procuradora de Ecología en México, además de ser miembro del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), un cargo que la ha hecho reflexionar sobre cómo los efectos del cambio climático, están provocando la migración de millones de personas en todo el mundo.

La Tierra y sus migraciones

De acuerdo a la especialista, el impacto del cambio climático en los países se ha vuelto tan notable sobre todo en las regiones más pobres y vulnerables, en donde la falta de apoyos, de programas y de fallas en los sistemas sociales, han provocado el desplazamiento de millones de personas por causas ambientales.

“2020 fue un año muy complicado para Centroamérica, pues se presentaron huracanes muy fuertes y la gente quedó con un dilema de supervivencia así que lo que hicieron fue organizar caravanas migrantes. Fue así que llegaron a la frontera con Guatemala y luego pasaron la de México, a pesar de que había más de 20 mil soldados ahí”, explica la doctora Úrsula Oswald, integrante del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, UNAM.

Según estimaciones de la Organización Internacional para las Migraciones, debido a los fenómenos climáticos extremos  en América Latina y el Caribe, en los últimos 20 años, más de 300.000 personas han perdido la vida, mientras que otros 277 millones han resultado afectados. Ante esto, muchas personas, han decidido abandonar sus lugares de origen, pues se les hace imposible lidiar con un ambiente adverso y los eventuales desastres naturales.

Sin embargo, esta región no es la única afectada ya que según registros del Internal Displacement Monitoring Centre, las lluvias, monzones, tifones, terremotos y los ciclones han ocasionado desplazamientos de millones de personas en las regiones de Asia Oriental y Pacífico y Sur de Asia. Además de que las fuertes sequías por un lado, y las inundaciones por otro, han provocado el desplazamiento de más de 3 millones de africanos.

Los científicos del clima pronostican que los fenómenos extremos podrían ser más frecuentes debido al aumento de la temperatura del planeta.

Migración en caravanas

“En una situación de pobreza extrema, la única posibilidad que tienen los migrantes es de integrarse a una caravana y venir en grupo para enfrentar las situaciones, tanto los controles migratorios como también presionar por obtener una visa”, explica la experta, quien indica que ante lo cada vez más complicado que es cruzar la frontera con Estados Unidos, muchos migrantes ahora se quedan en nuestro país.

El último informe del Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno (IDMC) señala que cerca de 1 900 desastres provocaron unos 24,9 millones desplazamientos en 140 países en 2019. Esta es la cifra más alta registrada y triplica el número de desplazados por conflictos y violencia.

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