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Energía limpia

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Energía limpia

Se va en sentido contrario en materia energética, se gasta en métodos de producción que se dejarán de usar. Con la refinería Olmeca de Dos Bocas y la compra de Iberdrola se gasta en proyectos cuya tendencia es que dejarán de ser viables.

El análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) considera que México requiere políticas públicas que promuevan un sector energético más confiable, más limpio y con precios competitivos.

Hay que apuntar que el Gobierno de México apuesta por el pasado en la materia y, no está claro sí se recuperará el gasto y tampoco cuando empezarán a producir. De las ganancias ni hablar, no se ve cómo.

De tal manera que el análisis del IMCO considera que la política energética que ha impulsado el Gobierno Federal desde 2018 va en sentido opuesto de la tendencia global de transición energética, en la que las energías con menores emisiones ocupan un papel cada vez mayor. Aún más, contraviene las inversiones que México tanto necesita para garantizar un suministro de energía confiable, limpio y asequible para ciudadanos y consumidores.

La reciente compra de plantas eléctricas generó polémica, no sólo por su antigüedad sino también por el origen de los recursos y el discurso utilizado.

El senador Ricardo Monreal apuntó: El Gobierno federal firmó un convenio con la empresa Iberdrola para la adquisición de 13 plantas generadoras de electricidad. El presidente Andrés Manuel López Obrador fortalece el rescate de la CFE. Pero, aclaró que anunció no se trata de una nacionalización, como algunas personas interpretaron.

Al respecto el diputado federal Héctor Saúl Téllez acusó: El presidente engaña. No hay segunda nacionalización de industria eléctrica. El verdadero dueño de las plantas de Iberdrola será otro ente PRIVADO. Eso sí, con 6 mil millones de dólares del erario, escribió en sus redes sociales.

Explicó que, para la adquisición de las plantas, se utilizaron recursos públicos en un fondo financiero de carácter privado y, dejó sobre la mesa. “¿Quién está detrás de este Fondo Financiero Privado, denominado ‘México Infraestructure Partners’?”, cuestionó a través de su mensaje en redes sociales.

Eso en lo financiero, pero, con miras al futuro, el IMCO apunta que la energía a la que tiene que aspirar México debe garantizar un suministro con tres características: confiable -con acceso ininterrumpido y seguro para el consumidor-, con bajas emisiones y a precios competitivos.

Se apunta que el objetivo debe ser que México “transite con éxito de un sector anclado en los hidrocarburos a uno que sirva para robustecer mercados energéticos competitivos que generen empleos, aceleren la transición energética, atraigan industrias de alto valor agregado y beneficien a los consumidores mexicanos”.

Pero, el país se dirige hoy en sentido contrario a la tendencia mundial que transita gradualmente hacia la descarbonización de las actividades económicas.

Textualmente hay que decirlo: Para México es esencial contar con mercados energéticos regulados, empresas productivas del Estado exitosas y finanzas públicas sanas que detonen la competitividad de la economía. Las posibilidades de crecimiento y desarrollo económico del país dependen de un sector energético con competencia e inversión pública y privada, apunta el IMCO.

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