Salud y nutrición

Aumenta dramáticamente el número de diabéticos en el mundo

El panorama sombrío del crecimiento sostenido en el futuro de enfermos diabéticos se planteó en una nueva sesión del Seminario Prevenir es Vivir, coordinado por la Universidad de la Salud (UNiSA), que tuvo como ponente al doctor Héctor Manuel Infanzón, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ).

En su ponencia titulada “Mitos y realidades en el desarrollo de la obesidad”, el licenciado en Nutrición y Educador en Diabetes Certificado definió a la obesidad como una enfermedad multifactorial y compleja, en la que el tejido adiposo –grasa corporal– no funciona adecuadamente; asimismo, previó que para el año 2030 habrá mil millones de personas que vivirán con el padecimiento.

En México, continuó, desde 2002 y hasta 2021, dos de cada tres personas adultas viven con sobrepeso u obesidad. “Para el año 2035, el 47 por ciento de los adultos mayores de 18 años estarán en esta condición. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud (ENSANUT), el incremento anual de adultos con obesidad a partir de 2021 fue de 2.1 por ciento, mientras que el de niños fue de 3.3”.

El también docente de diplomados en Nutrición en Latinoamérica aconsejó que se debe tratar con respeto a las personas con esta condición. La discriminación en este sentido se manifiesta en acoso, burla y exclusión social o laboral. “Quien vive con obesidad es culpado por nociones falsas y prejuicios, generados principalmente por la desinformación existente o los mitos”. Para contrarrestarlos, sugirió, debemos buscar evidencia, así como el conocimiento basado en hechos y pruebas.

En particular, enunció los mitos relacionados a esta condición:

  • El diagnóstico de obesidad se realiza exclusivamente por mi peso y talla. La medida más utilizada para el diagnóstico es el Índice de Masa Corporal (IMC); sin embargo, no abarca una multitud de factores de salud y puede ser una medida imprecisa.
  • La obesidad es consecuencia de lo que comemos y lo que nos movemos. El balance energético de un individuo estriba entre su consumo y gasto de energía. “Si consume más alimentos, pero se activa menos, su peso corporal incrementará; si es a la inversa, su peso irá a la baja. Hay más de 110 factores relacionados con el balance energético y no solo los alimentos y la actividad física”.

Paralelamente, enlistó realidades relacionadas, entre las que destacan:

  • La obesidad es hereditaria. Nuestros genes representan entre 40 y 70 por ciento de riesgo para el desarrollo de la obesidad. Si bien existe una alta probabilidad, la genética es compleja e influyen muchos genes diferentes.
  • Las dietas para pérdida de peso no funcionan. La dieta está constituida por aquellos alimentos que consumimos en un día. La alimentación saludable es importante para todos, independientemente del tamaño corporal, peso o estado de salud. “No existe un patrón único y se pueden considerar varias opciones”, resumió el también colaborador en el Centro de Atención Integral del Paciente con Diabetes (CAIPaDI), del INCMNSZ.

En su mensaje de bienvenida, el doctor y moderador Adolfo Romero Garibay, director general de la Universidad de la Salud (UniSa), apuntó que el seminario es un programa de difusión de la ciencia del gobierno capitalino, a través de la SECTEI, realizado en coordinación con la Red ECOs de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación, y la propia UniSa.

El propósito, dijo, es que la población tenga información oportuna y fidedigna para utilizarla de forma cotidiana y, de esta manera, tome decisiones con la finalidad de lograr una vida saludable.

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