DE REPORTEROS

Se espera un total de entre 16 y 22 ciclones tropicales en el Pacífico; en el Océano Atlántico entre 10 y 16, y podrían presentarse dos huracanes muy intensos

Este año se espera una temporada de ciclones dentro del rango histórico promedio. Sin embargo, derivado del cambio climático estos fenómenos tienden a ser más intensos, consideraron el director del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la UNAM, Jorge Zavala Hidalgo, y Christian Domínguez Sarmiento, investigadora de esta entidad académica.

Durante la conferencia de prensa: “Temporada de Huracanes 2023 en México, pronóstico y fenómenos asociados”, Domínguez Sarmiento, especialista en hidroclimatología tropical, comentó que lo anterior se prevé en función de la influencia del fenómeno de El Niño y otras condiciones climatológicas como las temperaturas de la superficie del mar.

Indicó que de acuerdo con la información disponible emitida por la Colorado State University y por el Servicio Meteorológico Nacional este año se espera un total de entre 16 y 22 ciclones tropicales en el Pacífico; en tanto que en el Océano Atlántico entre 10 y 16 y, al menos, se podrían presentar dos huracanes muy intensos, de categoría entre tres y cinco.   

A su vez, Zavala Hidalgo señaló que el comportamiento de los ciclones “son de pronóstico reservado” por lo que la población no debe confiarse, pues la cantidad de estos fenómenos no determina su peligrosidad, ni tampoco cuántos pueden tocar tierra con relativa peligrosidad y afectar sustancialmente la vida de una región. 

El número de ciclones en una cuenca no correlaciona con el número de impactos. Entonces, no necesariamente el que haya más ciclones implica que van a llegar más a tierra, puntualizó.

Zavala Hidalgo consideró que derivado del cambio climático se observa que los huracanes tienden a ser más intensos, y aun cuando se presenta un número similar de ciclones tropicales, se registran con mayor intensidad, incluso se estima que las precipitaciones aumentaran hasta 15 por ciento a nivel mundial.

Destacó que en los últimos años se han realizado esfuerzos para ser específicos en cuáles serán los impactos de un ciclón en una determinada región, por lo que se debe tener claro que la categoría no necesariamente implica mayor daño.

De igual forma, subrayó que ante la llegada de la temporada que inició el 15 de mayo, lo mejor es estar preparados conforme se acerca el fenómeno. Ahora se cuenta con más herramientas para anticipar con mayor precisión en qué lugares puede presentarse. 

“La comunicación es muy importante. Hacer llegar la información bien fundamentada basada en instituciones oficiales, y tener mucho cuidado de no propagar información falsa o rumores amarillistas. Tenemos una estructura y autoridades responsables como las actuales de Protección Civil y los gobiernos locales y municipales en última instancia”, advirtió.

Al retomar el uso de la palabra, la investigadora Christian Domínguez dio a conocer algunas recomendaciones generales para antes, durante y después de que ocurra un ciclón tropical:

Reparar techos, ventanas, paredes, desconectar artículos electrónicos, cerrar llaves de paso de agua y de gas, mantenerse alejados de puertas y ventanas, escuchar la radio para estar informados; identificar albergues; tener a la mano documentos importantes. Después de que pase el ciclón tropical hay que mantenerse en el refugio y evitar áreas de desastre, así como tocar cables eléctricos.

Cabe recordar que un ciclón tropical es un sistema de baja presión en superficie con un patrón organizado de nubes y cuyos vientos rotan alrededor de su centro en sentido contrario a las manecillas del reloj. Se origina sobre aguas tropicales (o subtropicales), asociado a una perturbación preexistente y vorticidad positiva en la atmósfera baja.

En la escala Saffir-Simpson los ciclones se clasifican de la siguiente manera: 

Depresión tropical: vientos máximos sostenidos de 33 nudos (63 km/h) o menos.

Tormenta tropical: vientos máximos sostenidos de 34 a 63 nudos (64 km/h – 118 km/h).

Huracán: vientos máximos sostenidos de 64 a 95 nudos (119 km/h– 177 km/h).

Huracanes “mayores” o muy destructivos:  vientos máximos sostenidos de 96 a 137 nudos (178 km/h–252 km/h).

Fotos: UNAM

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