Gritaba que religiosos “no son cristianos, son fascistas” al tiempo que arremetía contra el obispo de Campeche porque “se está metiendo en los intereses del estado”.
CAMPECHE, Camp.- Si no fuera un acto peligroso de fanatismo, nos daría risa, pero no, personas con “poder” como el diputado de Morena en el Congreso de Campeche, Héctor Malavé Gamboa, significan un peligro para la paz social y la libertad de culto a la que los mexicanos tienen derecho.
Este 12 de junio, un grupo de católicos llegó al Congreso de Campeche para entregar a los diputados una iniciativa, lo que desató la ira del diputado de Morena, Héctor Malavé Gamboa, quien trató de impedir que los ciudadanos ingresarán al recinto legislativo.
En un claro acto de acoso, el diputado de Morena, persiguió a uno de los clérigos que acompañaba a ciudadanos, amenazándolo y advirtiendo que no pasarían al Congreso, que porque son “monjes”, “que se vayan esos monjes”, gritoneaba.
Héctor Malavé Gamboa agredió verbal y físicamente a ciudadanos que se manifestaron a favor de la libertad religiosa en el Congreso de Campeche.
En video que circula en redes sociales se observa que, durante el enfrentamiento, se pueden apreciar intentos de agresión en contra de ciudadanos que portaban “hábito religioso”.
En la sarta de tonterías que acostumbran “argumentar” los morenistas para justificar sus abusos y atropellos, Malavé Gamboa gritaba que los religiosos “no son cristianos, son fascistas”, al tiempo que también arremetía contra el obispo de Campecheel que, dice, “se está metiendo en los intereses del estado”.
Enloquecido porque no lograba intimidar a los religiosos ni a los ciudadanos que les acompañaban, Héctor Malavé los amenazaba con demandarlos si lo tocaban, cuando él era el único que estaba acosando a católicos.
Como si el Congreso fuera de su propiedad, costumbre que tienen los morenistas de sentirse dueños de todo donde se paran, Malavé Gamboa amenazó con que “se les va a cerrar la puerta a la Iglesia Católica, porque la iglesia catolica es adversaria de todos los avances progresistas”.
Una actitud peligrosa de un funcionario público que, se supone, representa los intereses de ciudadanos que votaron por él.
Videos y foto: Tomada de Twitter
