Metropoli

Prestadores de servicios funerarios exigen la destitución de la titular de la Agencia de Protección Sanitaria Ciudadana de la CDMX

Al dar largas a los trámites, provoca que los dolientes no puedan sepultar o cremar a su ser querido en tiempo y forma.

Este miércoles, prestadores de servicios funerarios alzaron la voz para exigir la destitución de Irma Rodríguez Gómez, como titular de la Agencia de Protección Sanitaria Ciudadana, dependiente de la Secretaría de Salud de la CDMX, por provocar que dolientes tengan que esperar hasta días para enterrar a sus muertos.

Aproximadamente 500 prestadores de servicos funerarios, realizaron una caravana a bordo de sus carrozas fúnebres, hasta la sede de la Agencia de Protección Ciudadana para exigir que se agilicen los trámites, “ya que se ha vuelto frecuente que ante la lentitud de emitir los documentos o permisos correspondientes, tenemos que cargar con el cuerpo en la carroza, en el domicilio, en el velatorio o hasta en refrigeración, hasta por varios días para mantenerlo en resguardo, hasta que nos atiendan”, señalaron los quejosos.

Al respecto, David Vélez, presidente de la Asociación de Propietarios de Funerarias, señaló que, “la culpa de la tardanza para que los dolientes puedan velar y dar el último adiós a sus seres queridos, es de la responsable de la oficina de Protección Sanitaria, donde nos tratan peor que delincuentes, porque nos ponen mil trabas para tramitar los permisos de inhumación, cremación o el traslado a otra entidad federativa”. 

Los manifestantes al unísono pidieron la renuncia de Irma Rodríguez Gómez, titular de la Agencia de Protección Sanitaria Ciudadana de la Secretaria de Salud de la Ciudad de México. 

Los funerarios recordaron al gobierno que en la pandemia arriesgaron su vida para que los sepelios, entierros, cremaciones, no se colapsaran, “y ahora nos tratan peor que delincuentes”, expresó David Vélez. 

Hicieron un llamado al jefe de Gobierno, Marti Batres Guadarrama, para que ponga orden en esa oficina de Protección Sanitaria porque lo único que provocan es que crezca el dolor de las familias que han perdido a sus seres queridos, ante la tardanza de que se otorguen los permisos para poderles dar sepultura o cremarlos.

Fotos: Cortesía

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